Iniciar una actividad física no es tarea fácil. Independientemente de la edad, si los ejercicios no se insertan en la rutina diaria, empezar a practicarlos rinden dolores y algunos momentos desagradables, hasta que se familiarice con su nueva rutina.

Comenzar a frecuentar la academia después de los 30 entonces, es peor aún. Cuando el sedentarismo ya se ha tomado cuenta de su rutina, aventurarse y recurrir a los ejercicios físicos puede ser algo difícil de realizar. La falta de disposición, de tiempo y de voluntad con certeza estarán presentes. Así como la voluntad de quedarse en el sofá que desea ganar a cualquier costo.

Pero nada que un poco de persistencia y buen humor no ayuden a hacer este momento un poco menos traumatizante. Compruebe algunos pensamientos que pasan por su cabeza al comenzar la academia en esta fase de la vida:

1. Parece que usted es la persona menos dispuesta de la academia

... pero en realidad usted sólo está cansada después de un día entero trabajando o cuidando de sus quehaceres personal.

2. Usted intenta no compararse con las chicas más jóvenes

... pero percibe que el tiempo realmente pasa, y que algunas cosas ya no están en el lugar que supuestamente deberían estar. 3. Usted se convence de que el mejor horario para marear es por la mañana

... y percibe el otro día que así como usted quisiera todavía estar en su cama, su cuerpo y su cerebro todavía están dormidos.

4. Va a la academia con ropa cómoda

... después de todo, nada mejor que un buen par de pantalones de moletón después de un largo día de trabajo. Pero al llegar a la academia se encuentra con un desfile de moda.

5. Inicia los ejercicios con la mayor emoción

... y después de 5 minutos ya está desesperada para que la secuencia acabe lo más rápido posible. 6. Intenta huir desesperadamente del espejo

... pues no desea que se vea, toda enturbiada haciendo ejercicios, y percibe que hay varias personas que se pelean para quedarse frente a él, admirándose y tirando

selfies

. 7. Opta por una clase de danza, huyendo de la musculación... y percibe que ya no posee ese "molejo" el cual le hacía arrasar en las pistas de baile.

8. Intenta acostumbrarse a las canciones de la academia

... pero no las encuentra tan interesante como aquella su

playlist

con lo mejor de los años 90. 9. No entiende que las otras mujeres estén tan producidas ... con cepillo en el cabello y maquillaje, siendo que su dignidad te abandonó en el primer litro de sudor.

10. Se mata para hacer la clase de bicicleta hasta el final

... para luego recordar que todo el esfuerzo no compensa aquel número de calorías consumidas en forma de una hamburguesa deliciosa.

11. Consigue ir a la academia todos los días durante un mes

... y percibe que ese resultado milagroso tan deseado todavía está lejos de ser alcanzado.

12. Llega a la conclusión de que hacer ejercicio no es tan malo tan

... pero el amor que tienes por el sofá es mucho mayor que esto.

Con el tiempo, practicar ejercicios físicos se vuelve rutinario y placentero. Por eso, no desista en la primera dificultad, calambres o dolor muscular, pues cuidar de la salud es una gran inversión y siempre valdrá la pena!