Una de las primeras cosas que deben ser consideradas al iniciar la organización de sus libros es la frecuencia con que se utilizan. Probablemente los libros de cursos que usted hace actualmente son los más consultados, mientras que las novelas que usted ha leído posiblemente no serán necesarias en breve. Por eso, primero separe sus libros en cuanto al uso. Después de eso, analice el espacio disponible para sus libros. Si son muy pesados, compruebe que los estantes del armario o estante donde desea guardarlos soportan el peso. Si los estantes son menos gruesos, una alternativa es intercalar libros más pesados ​​y libros menos pesados ​​para que la superficie no se sobrecargue.

Hacia la separación de los ejemplares y definido el espacio para el almacenamiento, intente elegir una forma de organización a partir de esta información. Usted puede decidir

separar sus libros por tema, por orden alfabético de título o autor, por fecha de lanzamiento, por los que más le gustan a los que menos le gusta y así sucesivamente. Los estantes donde quedan los libros también pueden ser excelentes aliadas de la decoración. Disfrute de espacios y holguras para exhibir artículos de colecciones, souvenirs y objetos decorativos. Si no tiene mucho espacio en casa para guardar libros, la sugerencia es adaptar y aprovechar espacios no utilizados. Para quienes gustan de usar la creatividad, una opción es cortar el fondo de cajas, pintarlas y usarlas acostadas como estanterías. Otra sugerencia es colgar escaleras en las paredes y acomodar los libros.

Procure no almacenar sus libros inclinados, utilice recortores para mantenerlos rectos, mejorando su vida útil. Otros consejos de conservación incluyen revestir estantes de madera con vidrio, dejarlos ventilados y mantener una distancia mínima de la pared para garantizar la ventilación. Además, no se deben guardar libros en bolsas de plástico o cajas, ya que favorecen la humedad. Otra sugerencia es que los libros más pesados ​​no deben estar muy cerca del suelo o demasiado altos para quedar más fácil de sacar del estante. Es necesario dejar también un pequeño descanso entre cada libro, facilitando así su retirada y colocación de vuelta. Considere también los riesgos que la disposición de los libros pueden ofrecer a los niños y ancianos.Lo importante es

almacenar los libros de forma que queden de fácil acceso sin necesidad de sacar todo del lugar para retirarlo de la estantería. Los libros organizados duran más tiempo y no son perjudiciales para la salud como libros que se quedan en sótanos llenos de polvo y ácaros. Pero si aún así los libros no caben en su casa, tal vez sea su gran oportunidad de hacer una donación de los libros menos usados ​​o raramente usados ​​para una biblioteca. Así que ellos serán bien guardados y serán útiles para quien realmente necesita y usted no necesitará amontonar sus libros en una esquina o en una caja.