Aprender a ayudar en las tareas del hogar es una lección que los niños deben aprender desde temprano. Y dar una manocita en los servicios domésticos no es sólo cosa de niña. Los niños también pueden y deben ayudar.

Fomentar la participación de los pequeños en el almacenaje de la casa es una manera de enseñar a tener responsabilidades. Dividir las tareas con los padres también es un entrenamiento para que los niños se vuelvan más independientes. Es importante que los padres tengan conciencia de ofrecer a los niños solamente tareas que estén de acuerdo con su grupo de edad, respetando su capacidad física y preservando su salud. Cada niño debe cooperar con lo que puede y con lo que tiene edad para hacer.

No se trata de hacer que los

servicios domésticos una obligación a los pequeños, sino hacer que ellos aprendan a convivir en familia y se sientan útiles. Para saber

cómo sus hijos pueden contribuir en las tareas del hogar , consulte algunas sugerencias de actividades domésticas adecuadas para cada grupo de edad:De 2 a 4 años

Los más jóvenes adoran ayudar, aunque a menudo la falta de habilidad acabe más obstaculizando que otra cosa. Pero, como la intención es enseñarles a crear responsabilidades desde temprano, las tareas del hogar para niños pequeños

deben ser muy simples. Pueden guardar los juguetes o colocar la ropa sucia en la cesta. Otra actividad interesante, y que puede ser muy divertida, es ayudar a alimentar a los animales domésticos. 5 años

Los niños de esta edad son bastante curiosos y les gusta estar constantemente experimentando cosas nuevas. Disfrute de enseñar a su hijo a arreglar su propia cama, ayudar a recoger los juguetes y objetos esparcidos por la casa, limpiar el polvo y aguar las plantas.

De 6 a 8 años

Cuando llegan a esta edad, algunos niños pueden mantener el entusiasmo hacia las tareas domésticas, mientras que otras ya pueden demostrar cierto desinterés por haber percibido que tal vez ayudar a cuidar de la casa puede no ser tan divertido como parecía.

Es también una fase en que los niños empiezan a valorar su independencia. Por lo tanto, una estrategia para seguir incentivando a los pequeños es enseñar tareas que puedan iniciar y terminar solos, como doblar y guardar las ropas limpias, arreglar la mesa, ayudar a cargar y guardar las compras y mantener la habitación siempre ordenada.

De 9 a 10 años

A partir de esta edad, los niños ya son capaces de cumplir actividades que exijan responsabilidades mayores. Los padres pueden establecer una rutina o una escala, distribuyendo las actividades entre los niños.

Además de mantener la cama ordenada, ahora los niños ya pueden cambiar las sábanas y las almohadas. También pueden lavar la vajilla y barrer el suelo.

A partir de 11 años

Ahora preadolescentes, sus hijos pueden cuidar de los hermanos y participar de la rutina de la casa como ayudantes en la cocina. Enseñe recetas prácticas y rápidas. Otra sugerencia es pedirles que lavan la vajilla, pasen aspiradora o paño en el suelo.