Siempre que un año comienza, tendemos a hacer metas y planes para cambiar hábitos y dejar atrás todo aquello que nos causa algún tipo de perjuicio, ¿no es así?

El problema es que esa emoción dura poco y, con el paso del tiempo, nuestra lista de metas, sueños y objetivos va quedando olvidada, polvorienta. ¿Va a decir que eso nunca sucedió contigo?

La verdad es que es realmente laborioso ese ejercicio de pensar en los hábitos actuales que nos perjudican y planificar la creación de nuevos. Este tipo de actividad requiere dedicación y honestidad, además, por supuesto de inteligencia emocional, para lograr reconocer nuestros errores, entender que es normal no ser perfecta en todo, y descubrir que es posible mejorar.

Un hábito malo y que es difícil de abandonar, por ejemplo, es el tabaquismo. En ese caso, estamos ante un producto que afecta nuestro cerebro directamente y, siempre que sucede la abstinencia, nos hace dejar para el lado cualquier vestigio de buena voluntad.

El ejemplo del cigarrillo nos ayuda a ver cuando un hábito es malo y, de quiebra, nos hace percibir que es normal no conseguir abandonar el hábito en el primer intento. Digamos que la meta sea cambiar el cigarrillo por la academia - convengamos: no es tan fácil, y lo importante es que usted no se culpe por eso y no desista. A continuación algunos consejos valiosos para quienes quieren crear y mantener nuevos hábitos:

1. ¿Cuáles son sus motivos?

Es aquella cosa: autoevaluación es un ejercicio absolutamente sano, pero que no surge naturalmente. La sugerencia para quien aún no está acostumbrada a mirar dentro de sus propias voluntades es buscar si se mira como si usted fuera una amiga suya y, a partir de ahí, hacer preguntas y buscar respuestas.

Si el hábito que quieres crear es el de hacer senderos diarios por tu barrio, por ejemplo, identificar los motivos que te llevan a querer (salud, dar una ventilación en la mente, mejorar la circulación sanguínea, tomar el sol) y empezar pensar en el hábito de la caminata como algo que ya forma parte de su vida.

2. Haga la prueba de los 21 días

Es normal que usted demore un poquito para acostumbrarse a algo nuevo, después de todo usted es un ser humano, no un robot. Antes de tirar la toalla y de desanimar, se proponga aguantar firme durante 21 días. Es comprobado que ese es el tiempo que su cuerpo y su cerebro necesitan para acostumbrarse a una novedad e incluso para abandonar un hábito antiguo. Fe, fuerza, foco en los 21 días.

3. Haga anotaciones

Una cosa bacana es recurrir a anotaciones para recordar los puntos importantes del hábito que usted está creando. Si es algo que tiene la hora correcta para ser hecho, como asistir al periódico del mediodía de su ciudad y informarse más, anote ese horario en su agenda, en algún calendario o en el bloc de notas de su celular - lo que sea más fácil para usted.

4. Identifique hábitos de refuerzo

Nuestros hábitos existen y perseveran porque generalmente están ligados a otros hábitos, entonces es bacana buscar actividades que se relacionen. Si la idea es crear el hábito de ir al gimnasio, crea el hábito de organizar una lista de reproducción con canciones animadas para escuchar mientras estás en la estela. Una cosa siempre tira de la otra.

5. Busque anticipos

Se prepare para lo que puede ir mal y piense siempre en un plano B. ¿Qué haría si, durante la construcción del hábito de caminar por la vecindad diariamente, hubiera una temporada de lluvia? 6. Mantenga el control

Cuando usted controla sus actividades, en realidad está prestando cuentas a sí misma, y ​​eso es importante en términos de motivación. En el caso de los primeros 21 días, ¿qué tal marcar en el calendario qué días salieron como planeado? Cuando transformamos nuestro progreso en algo visual, nos quedamos con ganas de seguir progresando.

7. Siempre mejore

Es importante buscar mejorar, incluso cuando el hábito ya está totalmente implementado en su vida. Dale atención constante a lo que haces por hobby, por perfeccionamiento profesional o para cuidar de la salud, por ejemplo. No se contenta sólo con la práctica de lo que quería hacer, pero busque estímulos para innovar y mejorar cada vez más.