"Lombalgia" es el nombre dado a un tipo de dolor que alcanza la parte baja de la espalda, en la región de la cuenca, también conocida como "región lumbar" y que puede tener innumerables causas. Normalmente comienza como una pequeña molestia en el área, que se agrava con el tiempo, al mismo tiempo que se desarrolla algún grado de contractura muscular.

La lumbalgia no se considera una enfermedad, sino más bien una señal sintomática. La causa más común es la mala postura en las actividades diarias que un individuo desarrolla. Actualmente las personas pasan buena parte del día sentadas frente al ordenador, normalmente en posiciones que perjudican la alineación de la columna - y el dolor surge como consecuencia de esa postura incorrecta, como si el cuerpo estuviera "reclamando" por la repetición de un hábito que causa una " lesión. Heridas de disco, artrosis, infección e inflamación son algunas de las causas médicas de este dolor, que también puede ser ocasionado por problemas emocionales. El agravamiento de los síntomas es influenciado por factores como el humo, la obesidad, el sedentarismo y el período de embarazo. Algunas veces el dolor puede reflejarse -con o sin adormecimiento- en la región de las piernas pero, la mayoría de las veces, la lumbalgia no llega a ser un problema serio de salud. Las crisis de dolor pueden comenzar y desaparecer en ciclos de algunos días - en este caso la lumbalgia es conocida como

lumbago agudo

, y tiende a reaparecer cuando los patrones posturales vuelven a ser repetidos; otra forma del problema es la llamada lumbago crónico, en cuyo caso el dolor es casi constante, sin presentar mejoría o grandes variaciones de intensidad. DiagnósticoPor tratarse de un problema esencialmente físico, un buen examen clínico con un ortopedista normalmente es suficiente para diagnosticar la lumbalgia

, teniendo en cuenta las características de los síntomas. Los exámenes como la resonancia magnética pueden ser solicitados por el médico para que éste pueda determinar el tamaño de la lesión, así como la región exacta en que se encuentra.

Tratamiento Cuando hablamos en dolores la primera idea que nos ocurre es la de que ejercicios físicos son ideales para ayudar a combatirlas. Sin embargo, cuando se trata de lumbago y de dolor de espaldaen general, la práctica de ejercicios no es recomendada y debe ser evitada, al menos durante la crisis dolorosa, ya que puede ocasionar una intensificación del dolor, llegando a causar un bloqueo o reducción de los movimientos de la región.

Esto sucede porque el ejercicio físico coloca en fricción los huesos de la columna ya perjudicados, pudiendo empeorar la inflamación derivada de hábitos posturales incorrectos o de problemas en las articulaciones.

De esta forma, la recomendación para el tratamiento de la lumbalgia es reposo absoluto. El paciente debe permanecer acostado, preferiblemente en colchones firmes, pero no completamente duros, siendo que la posición más recomendada es la fetal. Se pueden utilizar analgésicos y antiinflamatorios y cualquier tipo de medida que involucra movimiento en el área afectada debe ser evitada en la fase aguda del dolor. Esto incluye masajes, estiramiento y RPG. Pasada la fase del dolor, la práctica de actividades físicas puede ayudar a prevenir nuevas crisis, siendo recomendada por los médicos. Aunque no todos los casos de

hernia de disco

exijan procedimiento quirúrgico, si la lumbalgia es causada por este tipo de problema los exámenes deben ser minuciosos y el tratamiento seguido a rasguño bajo orientación médica. La mayoría de las veces, incluso en estos casos, el dolor retrocede con el reposo del paciente, porque éste permite que la hernia disminuya de tamaño, dejando de comprimir los nervios. Si el dolor no cede en un período de tres a seis semanas, sin embargo, la cirugía puede ser la mejor opción. Prevención La mejor forma de prevenir la lumbalgia es preñar por una buena postura durante las actividades realizadas en el día a día, mantener hábitos de vida saludables, evitando el cigarrillo y el exceso de bebidas alcohólicas y adoptar la práctica del estiramiento al menos dos a veces al día.

Como todos los problemas de salud, la lumbalgia no debe ser descuidada. En cualquier caso, el diagnóstico y el tratamiento deben ir acompañados de un ortopedista.