Usted se considera malhumorado y piensa que, por eso, se va a convertir en una abuela ranzinza que no va ni querer saber de asar galletas para los nietos? ¿O, entonces, usted es superfluo y sociable y cree que va a ser una de esas señoras simpáticas que adoran conversar con todo el mundo?

Pues sepa que no es así como las cosas suceden. De acuerdo con el más largo estudio ya realizado sobre la personalidad humana, los rasgos psicológicos de la mayoría de las personas cambian completamente entre la adolescencia y la tercera edad.

63 años después, todo el mundo había cambiado

La investigación que llegó a la conclusión de que la personalidad cambia fue hecha por científicos de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, y duró 63 años. La historia comenzó en la década de 1950, cuando un grupo de investigadores solicitó a algunos profesores que evaluaran la personalidad de 1,2 mil alumnos de 14 años. Los adolescentes fueron evaluados en relación a seis rasgos psicológicos: autoconfianza, perseverancia, estabilidad de humor, conciencia (sentido de deber), originalidad y deseo de aprender. Más de seis décadas después, los investigadores lograron reunir a 635 de esos mismos adolescentes, ahora con 77 años, pero sólo 174 aceptaron repetir la prueba.

Esta vez, los participantes se evaluaron a sí mismos en relación con los rasgos psicológicos y también fueron evaluados por una persona cercana, como el cónyuge u otro familiar. La sorpresa fue que los investigadores no encontraron una correlación entre la personalidad en la adolescencia y la personalidad en la tercera edad, tanto en la evaluación de la propia persona como en la del familiar.

Estos resultados causaron espanto porque en estudios anteriores que consideraron participantes de la infancia hasta la vida adulta y de la vida adulta hasta la tercera edad, se encontró una estabilidad de los rasgos psicológicos.

Al parecer, los cambios en la personalidad son graduales durante las fases de la vida, pero cuando se considera un largo período de tiempo, como los 63 años de la nueva investigación, son bastante perceptibles.

¿Hay alguna explicación para ello? El final de la adolescencia y el inicio de la vida adulta son épocas en que ocurre un desarrollo de la personalidad, muchas veces acompañado por cambios bastante significativos. El paso de la vida adulta a la tercera edad también es un período de cambios y reflexión, que pueden modificar los rasgos psicológicos de la persona.

Debido al amplio intervalo de tiempo cubierto por el estudio, los participantes ya habían pasado por esos períodos de mayor cambio, además de haber vivido experiencias que pueden resultar en alteraciones en su comportamiento. A pesar de ello, hay que considerar que, desde la década de 1950 para los tiempos actuales, el concepto de personalidad también cambió. De acuerdo con la teoría de los rasgos de la personalidad, los factores considerados hoy son cinco: extroversión / introversión, nivel de socialización, escrupulosidad (sentido de deber), estabilidad emocional y apertura para nuevas experiencias.

Debido a esto, la evaluación de los estudiantes a los 14 años podría considerarse superficial e incompleta para los parámetros de hoy. Tal vez, si la teoría de la personalidad moderna hubiera sido utilizada en la década de 1950, los rasgos psicológicos se habían mantenido más estables con el paso del tiempo.

Otro posible fracaso del estudio es que la evaluación de los profesores en 1950 pudo haber sido influenciada por el conocimiento que tenían sobre el desempeño académico de los adolescentes. Por último, también hay que considerar que los 174 participantes que aceptaron repetir el test con 77 años se destacaron mucho en el aspecto inteligencia en relación a los demás. Este hecho puede indicar que esta característica tiene alguna influencia en el cambio de la personalidad durante la vida.