Nadie (o casi nadie en sana conciencia al menos) comienza una relación pensando en terminarlo. Pero con el tiempo, a veces percibimos que la otra persona no era exactamente lo que pensábamos.

Además, es normal que, conforme maduran y pasan por nuevas experiencias, las personas cambien sus opiniones y valores, de modo que una antigua relación puede tornarse inadecuada a su nueva visión del mundo.

Aun así, tomar la decisión de terminar puede ser muy difícil, ya sea porque todavía existen sentimientos, porque usted no quiere que la otra persona sufra o simplemente porque usted no quisiera quedarse sola.

Si usted está en esa situación y no puede llegar a una conclusión, le sugerimos que lea las siguientes preguntas y trate de responderlas de la forma más sincera posible, ya que pueden ayudarle a reflexionar mejor sobre lo que realmente desea:

  1. Mi pareja o mi pareja me critica, me desvaloriza o falta con respecto conmigo con frecuencia?
  2. ¿Mi socio o mi pareja me llama o manda mensajes todo el tiempo para monitorearme o llegar a mi casa o trabajar para saber si realmente estoy allí?
  3. ¿Me siento insegura, intimidada o amenazada en esa relación?
  4. ¿Mi pareja desprecia mi manera de ser, mi trabajo, mis amigos o mi familia?
  5. Él o ella es capaz de asumir la responsabilidad por sus errores o siempre coloca la culpa en otra persona o acontecimiento?
  6. Yo expuse claramente mis expectativas o sólo asumí que mi pareja debería percibirlas solo?
  7. ¿Esta relación está ayudando a los dos a crecer de alguna manera?
  8. ¿Mi socio o mi pareja es una persona responsable?
  9. Mi pareja y yo tenemos valores parecidos y objetivos compatibles con una vida juntos en el futuro?
  10. Estoy muy brava por algo que él hizo y sólo quiero dar un susto en él o realmente quiero terminar?
  11. ¿Qué estoy dejando de vivir por estar en una relación?
  12. Una ruptura sería mejor para mi vida? Y para la vida de la otra persona?
  13. ¿Estoy lista para romper de verdad o ya sé que voy a terminar y volver de aquí en algún tiempo?
  14. ¿Estoy enamorada de otra persona y estoy seguro de este sentimiento?
  15. ¿Me sentirme mejor conmigo misma si decidiera terminar la relación?

¿Por qué es tan difícil terminar?

Para las personas casadas y con hijos, una ruptura se vuelve muy difícil por razones obvias como el bienestar de los niños, los compromisos financieros en común y las decisiones como qué hacer con la casa donde viven. Sin embargo, un término es complicado incluso para quien está sólo en la fase de noviazgo y no tiene tantas responsabilidades compartidas. Esto sucede porque los sentimientos pueden ser conflictivos (estás insatisfecho, pero aún te gusta la persona), porque es más fácil seguir al lado de una persona que ya conoces y porque no queremos perder toda la "inversión" que hicimos en esa relación.

El fin de un noviazgo o matrimonio representa una pérdida tanto de la persona con quien usted estaba como del funcionamiento de esa relación, y es inevitable vivir un período de duelo hasta asimilar los cambios - incluso cuando usted no ve la hora de verse libre. Pero, a diferencia de una muerte real, cuando no hay más que hacer, un término todavía puede dejar puertas abiertas, las cuales funcionan como trampas que dificultan aún más la decisión de poner fin a la relación.

Si usted se identifica con esa situación y no puede salir de ella, puede ser interesante conversar con una amiga cercana, personas más experimentadas o incluso buscar ayuda profesional para que usted pueda ver mejor lo que desea para su vida. Recuerde que las relaciones deben contribuir a nuestra felicidad, pero no pueden sustituirla.