Adoptar es, sin duda, un acto de amor, que transforma no sólo la vida del adoptado, sino también de quien adopta. Pero, naturalmente, es un acto que carga sus responsabilidades, y entre las principales de ellas, está la necesidad de "abrir el juego" y hablar sobre la adopción con el niño o adolescente adoptado.

Este es un tema que causa muchas dudas y hasta miedos en personas que ya han adoptado o piensan en adoptar. "¿Cómo y cuándo decir al hijo que se adopta?" Es la gran cuestión.

Ciertamente no existe una respuesta estándar, ya que cada caso es único, pero es un hecho que contar sobre la adopción es una necesidad. Así que tener esto en mente es el primer paso para actuar y hacer todo de la forma más natural posible, exactamente como debe ser.

Contar sobre la adopción es, sobre todo, permitir que el niño o el adolescente conozca su propia historia y así pueda convivir con ella, sin traumas o tabúes. Por más que, dependiendo del caso, en un primer momento, la información pueda chocar y hasta generar ciertas chateaciones, vale recordar que la verdad es siempre el mejor camino.

¿Cuándo contar al niño que se adopta?

Es difícil hablar en una edad o momento adecuado, ya que cada caso tiene sus particularidades. Pero, es cierto que, cuanto antes el niño adopto sabe de la verdad, mejor! Para Lizandra Arita, psicóloga especialista en clínica e institucional, éste debe ser un proceso normal, natural, que forme parte de la vida del niño, desde pequeña, de una forma metafórica. "No se debe esperar un momento específico, como un ritual o una celebración especial para ser contado. Debe ser un asunto conversado con seriedad, pero no como un tabú ", dice. "Lo ideal es que sea hablado naturalmente para el niño que ella no es hija biológica, que nació de la barriga de otra mujer, pero que vino a esa familia y es considerada como hija / a, apenas no nació por las vías biológicas", añade la psicóloga.

En este sentido, es interesante "encajar este asunto cuando él cabe". Cuando la familia está viendo alguna película que hable sobre el tema, por ejemplo, comenta Lizandra. "Cuando sean rezando, si hacen este ritual, los padres pueden aprovechar para 'agradecer por la persona que trajo al niño al mundo', etc. Es decir, pueden arreglar formas de dar ejemplos, hablando sobre la adopción de forma verdadera, ligera y transparente, sin que eso sea pesado ", orienta. "Yo siempre enseño a las madres también a hacer eso, primero, por la parte inconsciente, o sea, a la hora que el niño duerme, en la conversación nocturna. Así que el niño duerme, en los primeros minutos, la madre se acerca al oído del niño y explica la situación. "Pide perdón por algo malo que haya ocurrido, dice que ama mucho al niño, que la acepta como hija, dice que el niño puede aceptar naturalmente esa condición, con amor, con gratitud, con aceptación plena, sin rencores, perdonando", añade la psicóloga.

Vale destacar que, dependiendo de la edad del niño, ella todavía no puede entender con claridad el asunto. Pero, aún así, él debe ser introducido en el día a día de la familia, pues, con el paso de los años y maduración del niño, eso probablemente habrá hecho toda la diferencia, y ella comenzará a entender mejor todo el contexto y tratar con naturalidad con el hecho.

A partir de los dos años, por ejemplo, los niños ya empiezan a oír con más interés las historias que se cuentan, una gran oportunidad para que la familia continúe utilizando casos de ficción como ejemplo, como personajes infantiles de dibujos o películas que fueron adoptados y son muy amados y felices en sus familias.

¿Y cuando el hijo ya está más viejo?

"Creo que la verdad cabe siempre y en todas partes, sobre todo porque es la historia de la persona. Creo que tiene el derecho de saber por los padres como fue su propia historia. "Creo que el diálogo funciona en todas las situaciones", destaca Lizandra. "Sin embargo, si se deja para contar sobre la adopción en la adolescencia o, entonces, si en la adolescencia el hijo empieza a cuestionar, a ligar el punto y descubrir solo, puede "es muy complejo, pues la adolescencia es una época de mucha inestabilidad emocional y revuelta", comenta la psicóloga.

Por eso, se refuerza la necesidad de hablar cuanto antes sobre el asunto. Pero si, por cualquier motivo que no se ha hecho, es momento de reflexionar y hacerlo. Si los padres están muy inseguros en este proceso, una buena sugerencia puede ser buscar un psicólogo u otro profesional que pueda ayudarles en esta importante y necesaria tarea de abrirse y para contar la verdad para el hijo o hija (que ya no es un niño pequeño).

Las posibles reacciones del hijo adoptado ante la verdad

Es imposible predecir cómo será la reacción de la persona adoptada, incluso porque todo depende de la edad en que el niño fue adoptado, de la edad actual y de las circunstancias en que la verdad fue revelada. Pero, de forma general, puede reaccionar de la siguiente manera:

Asustarse, sentirse rechazada:

"Puede ser que la reacción no sea tan buena, claro. Principalmente, si nunca ha oído hablar nada sobre esto antes, puede asustarse, puede sentirse rechazado, puede sentir miedo e inseguridad ", dice Lizandra. "Sin embargo, vale la pena hablar francamente y acoger al hijo adoptado, mostrando que él es hijo, que el amor es el mismo, que esa es su familia y que todo continuará de la misma forma que antes", añade.

Sentir rabia:

"Si la situación de la adopción no se ha hablado desde el principio, de forma natural, y respetando la historia del niño, puede que ella sienta rabia. Y cuanto más rabia ella siente, sobre todo, en la época de la adolescencia, puede que quiera buscar a los padres biológicos para agredir, ofender y lastimar a los padres adoptivos, pues ella sabe que ese es el gran punto de confrontación. Ella sabe que eso es lo que los padres adoptivos pueden temer ", comenta la psicóloga. "Entonces, lo ideal es no dejar llegar esa época tan delicada para abrir la situación, pues las reacciones de los hijos adoptivos pueden ser agresivas y lastimar bastante", añade.

Sentirse confusa, pero acogida: Especialmente si la verdad fue hablada naturalmente para el niño desde pequeña, la tendencia es que ella tenga una buena aceptación ... Aunque se siente un poco triste al pensar que "fue rechazada" por sus padres biológicos, probablemente sentirá gratitud y felicidad por estar donde está hoy.

Preguntar: El niño o adolescente puede querer saber más y más sobre su historia; sobre quién son sus padres biológicos, tratar de entender por qué la colocaron para adopción ... En esta hora, el mejor camino es el diálogo, hablar abiertamente sobre el asunto y evidenciar el amor que ella recibe desde el momento que fue adoptada. Esas son sólo algunas de las posibilidades, recordando que cada caso y la personalidad del niño o adolescente son únicos. Para Lizandra, la paciencia y el amor son palabras clave para que la familia se enfrenta a las más variadas reacciones que pueden surgir por parte del hijo adoptado. "Deben así mostrar al hijo que ellos continúan allí, dando todo lo que siempre dieron, apoyando y acogiendo", dice. La psicóloga destaca además que los padres adoptivos también deben dejar la situación abierta para caso el niño adopto quiere conocer a sus padres biológicos, después de todo eso forma parte de su historia. "Algunas preguntas se vuelven latentes en la cabeza de las personas adoptadas y son muy recurrentes: '¿por qué me rechazó, por qué no quise quedarme conmigo, qué hice mal para abandonarme?' ... Esas son preguntas muy doloridas y el niño necesita elaborar algo internamente para conseguir vivir bien consigo misma y también con su familia adoptiva ", explica Lizandra.

Después de contar la verdad, independientemente de la edad del hijo, los padres deben mostrarse abiertos para volver a hablar sobre el asunto si lo desea. Al final, una vez más, lidiar con la información de la manera más natural posible, sin hacerla un tabú, es el mejor camino para el entendimiento y convivencia de toda la familia.