Aunque no está entre uno de los países con la mayor tasa de mortalidad a causa del cáncer, en Brasil, esta es la segunda causa de muertes en el 13% y quedando atrás de las muertes causadas por problemas circulatorios como diabetes, infarto, hipertensión , y otras. Los hábitos de los brasileños, su estilo de vida y el ritmo en que viven, colaboran para el alarmante aumento de las cifras en el mundo que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hasta el año 2030, 27 millones de personas serán afectadas por esta enfermedad.

Factores de riesgo como el sobrepeso, la dieta desrregrada con poca o ninguna ingesta de frutas y verduras, sedentarismo, tabaquismo y alcoholismo expone cada vez más personas al riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer que podrían ser evitados. Según el INCA, el Instituto Nacional de Cáncer, en Brasil, el tipo de cáncer más común es el de piel no melanoma, pero por ser un tipo de baja letalidad, no figura entre los mayores causantes de muerte. Entre los hombres, el cáncer más común es el de próstata, seguido por el de pulmón, colon y recto, estómago, cavidad oral, laringe y vejiga. En las mujeres, los tipos más comunes son los de mama, cuello del útero, colon y recto, glándula tiroidea, pulmón, estómago y ovario. A continuación, presentamos una lista con algunos de los tipos de cáncer más comunes en Brasil que afectan a hombres y mujeres.

Piel

Este tipo de cáncer se divide en dos grupos: el menos agresivo y más común, llamado no melanoma y el más agresivo y raro, llamado melanoma.

El tipo no melanoma se desarrolla lentamente y difícilmente se esparce por el cuerpo. Su principal causa está ligada a la exposición al sol, pero cuando es detectado y bien tratado, tiene altas probabilidades de curación, ya que el tipo melanoma tiene orígenes hereditarios. En ambos casos es necesario observar el surgimiento de manchas en la piel y comunicar al dermatólogo. Proteger de la exposición al sol es una de las medidas más eficientes para evitar el problema.

Próstata

Según datos recientes, este es el tipo más común de cáncer entre los hombres. El mayor factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad es la edad, ya que la mayoría de los casos ocurre con hombres de 65 años o más.

Otro factor de riesgo es una dieta basada en grasa animal, carne roja y embutidos y el sobrepeso, por lo que una dieta rica en vegetales y vitaminas D y E puede contribuir a la reducción del riesgo. Además, el examen de tacto es la principal manera de diagnosticar la enfermedad temprana.

Mama

Este es el tipo más común y temido entre las mujeres de todo el mundo. Su principal factor de riesgo es la edad, pues la ocurrencia aumenta en las mujeres de más de 50 años, pero otros factores como el histórico menstrual de las mujeres que tuvieron la menstruación antes de los 12 años y entraron en la menopausia después de los 55 años, además de la obesidad , el embarazo tardío y, sobre todo, el historial familiar, contribuyen con el aumento del riesgo.

Una dieta sana, práctica de ejercicios y lactancia colaboran con la reducción de los riesgos, pero la mejor manera de prevenir es hacer el autoexamen. Después de los 20 años, la mujer debe hacer el autoexamen de la mama mensualmente y con el médico por lo menos cada 3 años. Después de los 40, la consulta con el médico debe ser anual. Un diagnóstico precoz aumenta las posibilidades de curación y disminuye la necesidad de intervenciones quirúrgicas.

Colo del útero

El virus VPH es el principal factor de riesgo. Además de ello, los factores genéticos y el tabaquismo también pueden ser determinantes para el desarrollo de la enfermedad. Después del cáncer de piel no melanoma, este es el que tiene mayores posibilidades de prevención y cura y la detección puede ser hecha a través del examen de papanicolau. La enfermedad se manifiesta entre los 20 y 29 años, pero también existe el riesgo para las mujeres en el rango de entre 50 y 60 años.

El consumo excesivo de carnes rojas, embutidos, bebidas alcohólicas, la práctica del tabaquismo y la condición de obesidad se consideran factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad, pero los factores genéticos, la edad y las enfermedades crónicas del intestino son los factores que más favorecen el surgimiento de los tumores.

Si se detecta en etapas tempranas, la enfermedad responde bien a los tratamientos. La alimentación sana rica en frutas, vegetales, cereales, peces y la práctica de ejercicios ayudan a disminuir los riesgos.

Glándula Tireoide

Este es un tipo de cáncer que afecta a más mujeres que hombres, lo que, según estudios, puede estar vinculado a factores hormonales.

Factores ambientales, alimentos que forman parte de la dieta y cuestiones genéticas también pueden estar vinculadas al desarrollo de la enfermedad.

Pulmón

El cáncer de pulmón es el que más causa muertes en el mundo. La mayoría de los casos, cerca del 90% de acuerdo con los datos del INCA, está vinculada al tabaco, pero las personas que no fuman, pero que se expone al humo, los llamados fumadores pasivos, también tienen riesgos de desarrollar la enfermedad al absorber mucha nicotina, monóxido de carbono y otras sustancias nocivas en los cigarrillos, puros y pipas.

La dependencia del humo es uno de los mayores factores de riesgo y una alimentación balanceada rica en el consumo de frutas y vegetales puede ser un factor para minimizar los riesgos.

Estómago

Es la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo entre hombres y mujeres. El principal factor de riesgo es el contacto con la bacteria H. pylori. Esta bacteria es responsable de hasta el 53% de los casos. Otros factores que pueden desencadenar la enfermedad son de origen ambiental, conductual y genético.

Una alimentación sana rica en frutas y verduras que tienen vitaminas C, E y betacaroteno contribuyen a una disminución de las incidencias. De la misma forma, el consumo en exceso de comida con conservantes como enlatados, aumenta los riesgos.

En resumen, nadie está totalmente inmune a desarrollar esta enfermedad, pero manteniendo hábitos saludables y una dieta balanceada, aliadas a la prevención y consultas regulares al médico, pueden ayudar a minimizar los riesgos y, principalmente a hacer un diagnóstico al inicio de la enfermedad, lo que en la mayoría de los casos es el factor decisivo para la curación. Tenga cuidado. Evitar que usted.