Dolores en las articulaciones, hinchazón y pérdida de los movimientos son algunos de los síntomas de la artritis y la artrosis, enfermedades que afectan las articulaciones y perjudican la calidad de vida de muchas personas. Y se equivoca quien piensa que esas dos villanas aparecen sólo en la tercera edad. Cualquier persona está propensa a la inflamación y al desgaste articular, incluso a los más jóvenes. Quien se somete constantemente a esfuerzos intensos o traumáticos corre mayor riesgo.

Artritis

La artritis es una inflamación en las articulaciones causada por el uso y el desgaste de las mismas. Es causada por factores hereditarios, edad, sobrepeso, por traumas y lesiones o incluso sedentarismo. Puede ser clasificada de maneras diferentes, dependiendo de la forma en que se manifiesta. Una de ellas es la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune, es decir, que surge porque el sistema inmunológico ataca sus propios tejidos en vez de proteger el organismo.

Los principales síntomas de la artritis reumatoide son hinchazón y rigidez, principalmente por la mañana, además de dolor intenso. Este tipo de artritis alcanza tres veces más mujeres que hombres.

Hay también la artritis gotosa, popularmente llamada gota. Se produce debido a la acumulación de microcristas minerales de urato en las articulaciones de los dedos, dorso del pie, rodillas y codos, lo que provoca dolor y limitación de los movimientos. El tratamiento de la artritis se realiza con medicamentos y, en algunos casos, requiere cirugía. También es posible controlar los síntomas con fisioterapia y la práctica regular de ejercicios.

Artrosis

La artrosis es una enfermedad crónica que afecta principalmente a la columna, las caderas, las manos, los dedos, las rodillas y los tobillos. También llamada osteoartritis o artritis degenerativa, es causada por el desgaste del cartílago o por traumas y fracturas articulares.

El diagnóstico se realiza por medio de radiografías y los principales síntomas de la artrosis son dolores al moverse, falta de firmeza, hinchazón y rigidez del local. El uso de medicamentos combinados con fisioterapia, ejercicios de estiramiento y musculación puede aliviar los dolores.

Cómo convivir con la artritis y la artrosis

La práctica de ejercicios físicos puede ser una gran aliada para amenizar las molestias causadas por estos males. En el caso de la artritis, mover el cuerpo ayuda a aliviar los dolores, ya para la artrosis, el efecto es aún más importante, siendo capaz hasta de prevenir su surgimiento.

Pero recuerde que antes de comenzar a practicar cualquier actividad, es imprescindible consultar a su médico y hacer una evaluación para saber qué ejercicios más indicados. De esta forma, usted previene lesiones y su cuerpo sólo tiene que ganar.

Otra buena alternativa para auxiliar el tratamiento es la nutrición, que también sirve para prevenir la artritis y la artrosis. Algunos alimentos tienen componentes que, si se consumen por un largo período, evitan el surgimiento de tales enfermedades.

Entre los nutrientes recomendados para quienes tienen artritis y artrosis están el omega-3, que en el organismo se transforma en un producto anti-inflamatorio y se puede encontrar en la soja, el aceite de canola y los peces frescos.

Las vitaminas E y C (ácido ascórbico) también entran en la lista. La vitamina E se puede encontrar en las nueces, semillas de girasol, germen de trigo, granos integrales, pescado, leche de cabra, kiwi y vegetales verdes de hoja. Las frutas cítricas, como naranja, limón y mandarina, son buenas fuentes de vitamina C, además de la frambuesa y la fresa.