Cuando usted oye hablar de cafeína, luego piensa en el delicioso cafecito, necesario por la mañana e irresistible después del almuerzo? Si para usted la cafeína se refiere a sólo eso, esta columna vino a la mano. La cafeína se ha utilizado con frecuencia en los cosméticos, con resultados bastante satisfactorios.

El poder del cafeína

La cafeína pertenece a un grupo de compuestos lipídicos solubles denominados purinas. Tiene un efecto acentuado sobre la función mental y conductual que produce excitación y euforia, reducción de la sensación de fatiga y aumento de la actividad motora. Se encuentra naturalmente en granos de café, en tés, chocolates, granos de cacao, alrededor del 95% de la cafeína ingerida es metabolizada por el hígado, y sólo alrededor del 3% al 5% se recupera en su forma original en la orina. Y precisamente por su gran metabolización es que la industria cosmética hizo uso de ella.

Más poderes del cafeína

El café es extremadamente rico para la piel. Es antioxidante, tres veces más que el popular té verde. Es decir, también es superimportante en el combate a los radicales libres cuando es ingerido. Cuando se trata de cosméticos, una de las principales ventajas de la cafeína es la reducción de las medidas y la eliminación de la celulitis. Esto es porque la cafeína estimula la quema de grasa en la célula, haciendo que no acumule las grasas que generan la celulitis. La sustancia también tiene la capacidad de transformar la grasa en ácido graso y glicerol, facilitando la eliminación de los excesos en la célula. Sin embargo, muchas veces las opciones existentes en el mercado poseen una cantidad de cafeína por debajo de la considerada adecuada para proporcionar la quema de grasa en las células. Además, estos productos no poseen una forma disponible de cafeína, lo que dificulta su penetración en la piel y minimiza su acción lipolítica. Entonces, ¿qué producto elegir?

Lo mejor que puede hacer para sacar provecho pleno de la cafeína es usar productos prescritos por su dermatólogo. Se receta dosis mayores de

cafeína en los cosméticos

(claro que de acuerdo a sus necesidades), haciendo que el resultado sea realmente percibido. Para los productos que combaten celulitis y grasa localizada, la mejor indicación es usarlos poco antes de hacer actividad física para potenciar el efecto. Vale recordar que la cafeína es casi como un grano de arena, se necesita mucha inversión para descubrir cómo disolverla y hacer que la penetración sea rápida y eficiente, por lo que cremas buenas y potentes con cafeína cuestan más caro. Peeling de café

Algunas clínicas ya apuestan en ese tipo de peeling, en vista de los buenos efectos de la cafeína. Las propiedades del grano de café actúan estimulando la regeneración celular, el rejuvenecimiento y la revitalización de la piel. El resultado es una piel con más vida, supermacia e hidratada.

Masajes a base de cafeína

Massoterapeutas usan cremas de cafeína para quienes quieren eliminar la celulitis. El masaje se hace con presiones fuertes en las regiones donde hay acumulación de moléculas de grasa y luego el local está envuelto por un producto a base de café. A través de la quiebra de grasa, es posible alcanzar la capa más profunda de la piel para eliminar los indeseados agujeros. El bacana es que la cafeína activa la microcirculación de la piel, funcionando como loción firmante e hidratante corporal.

Más efectos de la cafeína

Exfoliación:

por cuenta de los granos y las cortezas de café molidos y las cáscaras del grano, que poseen agentes naturales que estimulan la renovación celular y la circulación sanguínea.

Protector solar: se extrae del extracto de café. Este extracto contiene flavonoides que ayudan a crear una capa protectora en la piel, bloqueando la acción de los rayos UV.

Inyecciones a base de cafeína: para ayudar en el adelgazamiento, algunos médicos recetan ese tipo de inyección, que acelera el metabolismo y ayuda en la quiebra de las moléculas de grasa.

La cafeína puede dejarte más bonita de varias formas, pero lo más importante es pedir indicaciones a tu médico, ya que en dosis bajas, no ayuda en nada y en dosis muy altas, puede traer perjuicios.