El curetaje es un procedimiento médico ginecológico que tiene dos vertientes: uterina y endocervical. La primera es aplicada en caso de aborto y sirve para evacuación uterina, cuando es necesario retirar lo que no fue expulsado espontáneamente; ya que el procedimiento endocervical se realiza para la recolección de material del endometrio o endocolo a fin de descubrir una patología, como el cáncer de útero, por ejemplo.

El procedimiento, que también se conoce como raspado, es bastante simple. Para realizarlo, la paciente se somete a una anestesia local, en el caso del tipo endocervical, y anestesia general, cuando el curetaje es uterina. En las dos formas, es necesario dilatar el cuello del útero, con instrumentos quirúrgicos propios, para tener acceso a la cavidad uterina y cosechar el material. En apenas un día, la mujer puede realizar el curetaje por la mañana y volver a casa por la noche.

Sin embargo, debe estar atenta a los cuidados posteriores necesarios: reposo de uno a dos días y no mantener relaciones sexuales durante un período acordado y definido bajo orientación médica. Si después de realizar el curetaje, independientemente del tipo, la mujer siente cólico abdominal intensa o duradera, fiebre o sangrado íntimo intenso, es señal de que puede estar con infección. En ese caso, la recomendación es buscar un profesional inmediatamente.

Después de realizar el acto quirúrgico, un nuevo embarazo sólo puede ocurrir en seis meses, ya que el útero aún no estará preparado para recibir un bebé. El curetaje debe ser realizado por profesionales de confianza y en clínicas previamente recomendadas por otros profesionales o por personas que ya realizaron el acto, que ofrezcan estructura necesaria, para que el procedimiento obtenga éxito y no surjan complicaciones posteriores.

Además de la posibilidad de infección, por tratarse de un acto quirúrgico, la paciente está expuesta al riesgo de hemorragia o problemas derivados de la anestesia. Si el curetaje no se realiza correctamente, puede ocurrir perforación uterina o alteración en las estructuras normales del endometrio, debido a un raspado más "agresivo", lo que puede hacer que la menstruación sea interrumpida. Factor que refuerza nuevamente la necesidad de buscar buenos profesionales y tener seguimiento médico pre y post curetaje.

El curetaje endocervical, para que la recolección del material endométrico, puede ser acompañada de la visualización directa de la cavidad del útero a través de un histeroscopio, un instrumento óptico que permite al médico identificar las zonas del endometrio que deben ser recogidas para otros exámenes. Este examen se recomienda para las mujeres que recibieron la clasificación III, IV, V o NIC 3 en el papanicolau.