La tiroides, una pequeña glándula en forma de mariposa localizada en la parte delantera del cuello, es más conocida por estar relacionada con el metabolismo y los cambios de peso - y generalmente es la primera culpable (equivocadamente) cuando ganamos algunos kilitos no deseados. Sin embargo, ella también regula el funcionamiento del corazón, del cerebro, del hígado y de los riñones, además de influenciar el crecimiento de niños y adolescentes, el ciclo menstrual, la fertilidad, la concentración, el humor y la salud emocional.

Los dos problemas más comunes relacionados con esta glándula son el hipotiroidismo (cuando funciona poco) y el hipertiroidismo (cuando funciona en exceso), y ambos pueden causar el bocio - una hinchazón conocida popularmente como "papo". En la mayoría de los casos, las hormonas producidas por esta glándula afectan prácticamente a todos los otros órganos, y procesos de nuestro cuerpo.

La tiroides es activada por el TSH (hormona estimulante de la tiroides), que es producido y liberado por la glándula pituitaria, también llamada de hipófisis. A partir de ese estímulo, la tiroides sintetiza y secreta la hormona T4, que es metabolizada para su forma más activa (T3) y viaja por el organismo realizando sus funciones.

2. Las mujeres más viejas están más sujetas a problemas de tiroides

Las mujeres tienen ocho veces más probabilidades de desarrollar problemas de tiroides que los hombres, y este riesgo aumenta después de los 60 años. La disfunción más común es el hipotiroidismo, la reducción en la función de la tiroides, que afecta al 10% de las mujeres en grado mayor o menor. 3. Los primeros síntomas pueden pasar desapercibidos

Las primeras señales de que la tiroides puede estar con su función reducida no son muy específicas: falta de disposición, debilidad y una cierta lentitud mental pueden ser fácilmente confundidos como la simple necesidad de descansar. Sin embargo, si el problema no se detecta y se trata, el hipotiroidismo puede aumentar las posibilidades de diabetes de tipo 2 o perjudicar la fertilidad. Por lo tanto, hay que estar atentos a un cansancio que nunca parece tener fin. 4. La menopausia también causa estos síntomas. Otra dificultad a la hora de diagnosticar el hipotiroidismo es que los síntomas también pueden ser consecuencia de los cambios hormonales de la menopausia, como las irregularidades en el ciclo menstrual. Por eso, en mujeres a partir de 40 años, esas dos condiciones pueden ser confundidas. Las mujeres con antecedentes familiares de problemas en la tiroides o enfermedades autoinmunes (diabetes tipo 1, enfermedad celíaca, lupus y artritis, por ejemplo) deben estar más atentas a la posibilidad de hipotiroidismo en esta fase de la vida. Esto sucede porque hay una mayor probabilidad de que el propio organismo de la persona atacar la tiroides como si fuera un cuerpo extraño.

5. Médicos diferentes proponen diferentes tratamientos

El primer paso para diagnosticar un problema en la tiroides es evaluar los niveles de TSH presentados por el paciente: si esta hormona es muy elevada, esto puede ser una señal de que el cuerpo percibió que la tiroides está trabajando menos y, por eso, él manda más estímulos para ella.

Los valores de referencia para el TSH suelen ser de 0,5 a 5,0 μUI / mL, variando según el laboratorio de análisis clínicos. Por lo tanto, si el resultado de su examen está dentro de ese rango, un médico endocrinólogo o clínico general puede considerar que usted no necesita tratamiento.

Por otro lado, los médicos que siguen la línea holística o integrativa pueden proponer alguna forma de tratamiento si usted está dentro de ese rango y presenta síntomas. Todo depende de la visión del profesional y de sus características individuales.

6. El tratamiento es para siempre, pero funciona bien

Si usted necesita tratar el hipotiroidismo, sepa que probablemente será necesario utilizar algún tipo de medicamento, como la levotiroxina sódica, durante toda su vida. La buena noticia es que el tratamiento suele funcionar muy bien, y en cerca de un mes el paciente ya puede notar bastante diferencia en su salud y disposición.

7. No debemos culpar a la tiroides por todos los problemas de salud

Una disfunción en la tiroides realmente podecausar baja disposición, favorecer el aumento de peso y reducir la libido. Sin embargo, estos síntomas son más frecuentemente causados ​​por otros motivos, como una deficiencia de vitaminas, una dieta inadecuada o problemas emocionales, respectivamente.

El acompañamiento profesional es indispensable para identificar la causa real de estas señales y tratarlas de la forma más eficiente posible.

8. Su alimentación puede favorecer el funcionamiento de la tiroides

Algunas investigaciones sugieren que hacer varias pequeñas comidas durante el día tiene un efecto positivo sobre el funcionamiento de esa glándula. Esto sucedería porque las variaciones en los niveles de insulina provocadas por ese tipo de alimentación pueden ayudar al organismo a convertir el T4 en T3, que es la forma activa de la hormona de la tiroides.

9. Alimentos ricos en selenio son beneficiosos para la glándula

El selenio es un mineral esencial para la producción de las hormonas de la tiroides, además de proteger esta glándula en pacientes que sufren de la tiroiditis de Hashimoto (cuando el sistema inmunológico ataca la tiroides). Algunos alimentos ricos en selenio son la castaña de los huevos, y los frijoles.

10. La prueba del pez sirve para diagnosticar el hipotiroidismo

Algunos bebés ya nacen con hipotiroidismo, y un diagnóstico precoz es importante para evitar problemas en el desarrollo. Este problema puede ser detectado por la prueba del pez, que debe ser hecha preferentemente entre el tercer y el quinto día de vida del niño.

11. Busque un endocrinólogo

Un cansancio que no pasa nunca, sensación de debilidad y ganancia de peso aparentemente sin explicación son motivos para estar alerta. De la misma forma, los síntomas como el aumento de la frecuencia cardíaca, nerviosismo y adelgazamiento repentino tampoco son normales. Si estos síntomas persisten, usted debe buscar un endocrinólogo (o su médico general) y solicitar exámenes para evaluar el funcionamiento de su tiroides.

Además del hipotiroidismo y del hipertiroidismo, la tiroides puede sufrir con inflamaciones, nódulos y cáncer. Cuanto antes estos problemas se descubren, mejores son los pronósticos para el paciente.