El fantasma de la traición está siempre a la ronda. Cada persona tiene su grado personal de preocupación cuando el asunto es fidelidad, algunos temen al máximo haciendo de él un pensamiento diario, otros ya logran abstraer o convivir con el tema más tranquilamente. En cualquier caso, el momento en que ese fantasma realmente aparece en la vida de una persona es siempre difícil y aterrador.
Si usted ya ha pasado o está pasando por este problema, ha sentido en la piel todas las inseguridades y las penas que una traición puede causar. Por más autoconfianza y equilibrio emocional que la persona tiene, nunca es fácil lidiar con una situación como esa. Puede ser una mezcla de baja autoestima, con posesividad, miedo, todo junto.
Hacer frente a ese momento nunca será fácil. Venga a perdonar o no, dependiendo de las circunstancias, las heridas dejadas son profundas y tardan en curar o nunca se cierran definitivamente.
El más importante comienza siendo mantener la calma y lograr racionalizar sus sentimientos, intentando realmente comprender lo que ocurrió, meditando sobre el sentimiento de posesión de las relaciones, y midiendo los motivos.
Cuando una mujer es traicionada, lo primero que le viene a la mente es: ¿Dónde fallé? ¿Por qué sucedió conmigo? ¿No me ama más? En realidad los motivos para una traición son muy variables, dice Patricia Camargo, Coach afectiva y Psicoanalista. Ella puntualiza tres principales situaciones que conducen a una traición:
- Hombres que traiciona compulsivamente. "Por el placer de traicionar, por gustar de estar en peligro y de arriesgarse - estos hombres no tienen el mínimo compromiso con la relación. En realidad no saben lo que quieren y no valoran lo que tienen. En este caso, no importa si su pareja es la mejor del mundo - van a traicionar independientemente del comportamiento de ella y de cuánto se dedica a la relación ". Hombres que son infelices en la relación.
- "Estos traen eventualmente. En un momento de crisis de la relación buscan comodidad en otra mujer, buscan revivir el placer que tenían antes de la relación entrar en crisis y quedarse desgastado ". Hombres que aprecian el estatus de estar casados y de tener una familia, pero no creen más en la relación.
- "Estos mantienen el matrimonio porque tienen ganancias, sean sociales o familiares, a causa de los hijos. No piensan en separarse, pero el matrimonio, la complicidad y el afecto ya se perdieron hace tiempo ... ", analiza Patrícia Camargo. Convivimos con diferentes tipos de relaciones y de personas. Cada caso es único y comprender racionalmente en qué tipo de situación estás insertada es fundamental para poder analizar por qué esa traición ocurrió y cómo seguir adelante de la mejor manera posible.
Independiente de su decisión de terminar o no la relación y de su postura ante esta crisis, algunas actitudes pueden ayudar a pasar mejor por ese momento, estimulando su autoestima y ayudándole a salir del ciclo vicioso de pensamientos malos que una situación de esas puede generar .
8 pasos esenciales para superar la traición
1. Racionalice
Entienda lo que realmente está sintiendo. ¿Tiene miedo de perderlo? ¿Con rabia? ¿Con la autoestima sacudida? ¿Se siente culpable? Primero responda a estas preguntas para poder comprender lo que está pasando para, a partir de ahí, poder resolver de la forma más sana posible. Busque no buscar sólo culpables y fallas, sino que intente percibir la situación en la que está insertada y cómo resolverla.
2. No se culpe
Compruebe si puede haber cooperado de alguna manera para ello. Será importante para lograr superar, pero jamás se culpe por la infidelidad ajena. Es su papel percibir que se equivocó y tratar de resolver el problema. Puede incluso suceder de él intentar culparte por ese desliz. Por más que parezca tener sentido, nunca será culpable por un error como ese.
3. Esté cerca de amigos
No se aísle en su tristeza. Aunque sea difícil, trate de rodearse de amigos o familiares por el mayor tiempo posible. Se esfuerza por tener a su lado a las personas que te amas y así te impiden sentimientos como autopidez, depresión y pensamientos malos constantes.
4. Huye de la posesividad
Las relaciones amorosas normalmente terminan confundiéndose mucho con el sentimiento de posesión. A poco se olvida que dos personas siempre serán diferentes, tendrán historias y expectativas diferentes, y la posibilidad de que uno no pertenezca al otro puede ser incómoda. No importa cuánto tiempo dos personas queden juntas, cada una tiene una vida propia que jamás podrá ser propiedad de alguien y que seguirá adelante, de una forma u otra.
5. Invierta su tiempo en usted
Mantener la cabeza fría y enfocarse en actividades que te den placer, y principalmente, las que sabes realizar bien. Puede ser una tarea muy difícil conseguir el ánimo para moverse. Haga algo que usted estaba con ganas y que sabe que tendrá buenos resultados. La victoria en esta tarea estimulará su libertad y autosuficiencia. "Hacer lo que le gusta, cumplir con lo que se ha propuesto, es otra manera de fortalecernos en momentos difíciles. De esta forma, llenamos la cabeza con nuevas actividades placenteras y no quedamos removiendo el dolor y reviviendo nuestros errores ", completa Patricia. 6. Hablen abiertamente, sin pasiones. Es importante que ustedes paren y consiga hablar sin peleas y que cada uno exponga lo que está sintiendo, sus penas y sus objetivos para el futuro. Quedarse sola especulando motivos y situaciones te convertirá en una paranoica y probablemente te hará crecer en creaciones de tu mente. Hablen de una vez por todas para, mirando en los ojos, puedan decidir un rumbo para esa relación.
7. Cautela con los consejos de los amigos
Cada uno tiene sus historias y traumas y su forma de lidiar con traiciones. Es importante conversar con los amigos para obtener apoyo y orientación en un momento en que la cabeza no funciona muy bien. Pero este consejo debe ser bien medido para que usted no acabe siendo influenciado de una manera que puede ser negativa.
8. Supere
Si usted decide quedarse con él, tendrá que superar. No va a adelantar nada, o puede incluso hasta empeorar más las penas de esa relación, quedarse siempre recordando, cobrando o usando el tema para chantajes. Aunque la relación no continúe, lo mejor que hay que hacer es perdonar. Todos cometen errores y sostener ese mal sólo va a afectar a usted.