En ese medio, es posible que usted ya se haya encontrado con los alimentos probióticos y los alimentos prebióticos, que ofrecen una serie de beneficios a nuestro organismo.

Pero, ¿sabes lo que significan estas dos palabras tan parecidas? ¿Será que se trata de cosas diferentes o, quizás, no pasan de un error de grafía?

Ya podemos adelantar: las dos palabras existen y significan cosas diferentes.

Vale la pena conocer más sobre este tema, pues estos dos tipos de componentes presentes en los alimentos realmente hacen bien a nuestra salud.

¿Qué son los probióticos y los prebióticos después de todo?

Tanto los probióticos como los prebióticos ejercen papeles importantes para el organismo, aunque tienen funciones diferentes:

Probióticos

  • : son las bacterias encontradas en ciertos alimentos o suplementos que logran colonizar temporalmente nuestro intestino y desempeñan funciones benéficas para nuestro organismo;Prebióticos
  • : son sustancias encontradas en algunos tipos de carbohidratos, principalmente las fibras, que los seres humanos no consiguen digerir y que al mismo tiempo alimentan las bacterias benéficas del intestino. De esta forma, los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, confieren beneficios a nuestra salud. Estas bacterias consiguen pasar intactas por nuestro estómago (que es muy ácido y mata muchas otras bacterias) y llegan hasta la mucosa intestinal. Por allí, disputan territorio con otras bacterias, incluso las maléficas, y logran reducir los riesgos de enfermedades causadas por esos patógenos.Esta colonización, sin embargo, es temporal, durando como máximo de una a dos semanas. Por eso, el consumo de alimentos probióticos necesita ser regular para que usted realmente pueda aprovechar las ventajas.

Los prebióticos, a su vez, también llegan intactos al intestino, pues nuestro estómago no es capaz de digerirlos. En la mucosa intestinal, estas fibras estimulan la proliferación de las bacterias beneficiosas, dificultando la reproducción de los patógenos.

Además, las bacterias buenas todavía participan en la síntesis de la vitamina K, que participa del proceso de coagulación, y de la síntesis de los ácidos grasos de cadena corta, que combaten infecciones, reducen procesos inflamatorios y ayudan a disminuir el riesgo de cáncer, según lo indicado por este estudio.

¿Cómo afecta la alimentación a la microbiota intestinal?

Los alimentos que ingerimos desempeñan un papel importante en el equilibrio entre las bacterias benéficas y maléficas. Una dieta rica en grasas y azúcares, por ejemplo, tiene un impacto negativo en la microbiota buena, favoreciendo el crecimiento de las especies que pueden causar enfermedades, como explicitado por esta investigación de 2012.

De esa manera, cuando tenemos una dieta inadecuada por mucho tiempo, acabamos alimentando las bacterias "erradas" y dando condiciones para que se proliferen. Y eso, por supuesto, perjudica el trabajo de las bacterias beneficiosas, que quedan sin espacio y sin recursos para reproducirse. Como si no bastara, este estudio de 2011 muestra que las bacterias maléficas todavía favorecen la absorción de calorías, lo que puede resultar en el aumento de peso.

Teniendo esto en cuenta, es fácil deducir que una dieta que cause un impacto positivo en las bacterias beneficiosas también será ventajosa para nuestro organismo. Y por eso usted debe consumir los alimentos prebióticos y probióticos.

Cómo añadir prebióticos y probióticos a su alimentación

Antes de ir a la tienda de suplementos gastar todo su dinero en productos ricos en prebióticos, recuerde que muchos alimentos son naturalmente ricos en esas fibras. Algunos ejemplos son raíz de achicoria, diente de león, legumbres, frijoles, guisantes, avena, plátano, espárragos y ajo, entre otros que usted puede ver en esta materia. Los probióticos, por su parte, generalmente se encuentran en productos lácteos como las leches fermentadas y los yogures, en la cuajada, en el chucrut, en la queridita kombucha, en el kimchi (plato típico coreano) y en el kéfir, entre otros alimentos. Vale la pena invertir en esos alimentos para mantener el buen equilibrio de la microbiota y garantizar los beneficios para la salud.