No es secreto: una alimentación adecuada es parte esencial de un estilo de vida saludable. Los alimentos que usted ingiere pueden ayudar a proteger el organismo incluso contra enfermedades como el cáncer. Aunque la aparición de la enfermedad está en parte vinculada a la herencia genética, se sabe hoy que algunos hábitos aumentan las posibilidades de aparición del cáncer. Entre estos comportamientos de riesgo, los principales son el tabaquismo, la exageración en el consumo de alcohol, la vida sedentaria y la alimentación poco saludable. "La alimentación es un factor modificable, de ahí la importancia de alertar y orientar a las personas sobre algunos cambios potencialmente benéficos", aconseja la nutróloga Dra. Fernanda Schettino, del Hospital Oncomed, especializado en el tratamiento del cáncer.
La siguiente lista fue hecha para ayudarle a decidir mejor qué colocar en el plato y contienen 10 alimentos capaces de prevenir diversos tipos de cáncer, según el levantamiento hecho por la fundación estadounidense Curar el Cáncer.
1. Abacate
El aguacate contiene un nutriente llamado glutatoína, un poderoso antioxidante que ataca a los radicales libres, que han sido señalados como uno de los factores responsables del desarrollo del cáncer y de las enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores creen que el aguacate puede proteger contra el cáncer oral y de garganta, además de ser útil en el tratamiento de las hepatitis.
2. Uvas
Uvas rojas contienen poderosos antioxidantes que protegen el organismo contra el cáncer y, de quebra, combaten el envejecimiento. Las uvas son también una fuente rica de resveratrol, que inhibe las enzimas que pueden estimular el crecimiento de las células cancerosas.
Pero, recuerde: para aprovechar todos los beneficios, es necesario comer la cáscara y, si es posible, la semilla también. 3. La soja y sus productos derivados contienen proteína, bajo contenido de azúcar, aceite nutricional, fibras y muchos otros nutrientes importantes para el funcionamiento del organismo. Esto, por sí solo, ya sería suficiente para que usted decide incluir este alimento en su menú.
¡Pero hay otros beneficios! Los estudios indican que los alimentos a base de soja integral ayudan en la prevención de varios tipos de cáncer, como los del pulmón, del cuello del útero, de los intestinos, del estómago y de la próstata. Las isoflavonas de la soja, clasificadas como fitoestrógenos, son apuntadas como los principales compuestos presentes en la soja capaces de prevenir la aparición de varios tipos de la enfermedad.
4. Patata dulce
Las patatas dulces contienen muchas propiedades anticancerígenas. Una de ellas es el beta-caroteno, antioxidante capaz de prevenir el daño a las membranas celulares que favorecen el desarrollo de la enfermedad.
5. Brócoli
El brócoli contiene bioflavonoides y antioxidantes que bloquean la acción de las hormonas que estimulan la evolución de los tumores. También es capaz de mejorar la acción de las enzimas protectoras, previniendo contra el cáncer.
El vegetal es rico en sulforano, una sustancia química con capacidad científicamente comprobada de eliminar toxinas que originan células cancerosas. Otro vegetal que también produce ese efecto es la coliflor.
6. Tomate
Los expertos apuntan a los tomates como uno de los mejores alimentos para combatir el cáncer de próstata. Esto sucede porque el tomate es rico en licopeno, una sustancia que actúa como antioxidante y combate los radicales libres que alteran el ADN de las células. Las sandías, y las pimientas también contienen esta sustancia, pero en cantidades menores.
7. Zanahoria
La zanahoria es otro alimento importante en la lucha contra el cáncer. Los investigadores descubrieron que el falcarinol presente en la zanahoria es capaz de reducir las posibilidades de un individuo para desarrollar la enfermedad. Sin embargo, las pruebas se realizaron con el alimento crudo y, por lo tanto, debe ser consumido preferentemente así.
Además, la zanahoria también es fuente de beta-caroteno, lo que puede ayudar a reducir las posibilidades de desarrollo de varios tipos de tumores en el pulmón, boca, garganta, estómago, intestino, vejiga, próstata y mama. El ajo contiene, con comprobación científica, una riqueza de nutrientes como vitaminas (A y C), potasio, fósforo, azufre y 75 diferentes compuestos sulfurados. Con tantos nutrientes, fortalece el sistema inmunológico, aumentando la actividad de las células de defensa (los leucocitos). Así, puede inhibir directamente el metabolismo de la célula cancerosa, prevenir la activación y la reproducción de las mismas.
También hay estudios que indican que el ajo es capaz de aumentar los niveles de glutatión S-transferasa, una enzima que ayuda al hígado en el procesamiento de sustancias tóxicas que son agentes carcinógenos. En los Estados Unidos, el Instituto Nacional del Cáncer establece una relación entre el consumo de ajo y la disminución del riesgo de cáncer de estómago, esófago, páncreas y mama.
9. Azafrán de la tierra
También conocido como cúrcuma, es una planta de la familia del jengibre muy utilizada en la culinaria - es el componente que da al condimento curry su color amarillento. Los estudios han demostrado también aplicación medicinal en la prevención y curación del cáncer.
La responsable de ello es la curcumina, principio activo del azafrán. Inhibe la proliferación de las células enfermas, impidiendo el crecimiento del tumor. Además, ayuda al organismo a destruir las células cancerosas.
10. Romero
Se utiliza como condimento o té, el romero ayuda a aumentar la actividad de las enzimas de desintoxicación. Sus hojas son ricas en antioxidantes, que protegen a las células contra los radicales libres, responsables de la aparición del cáncer.
Es importante advertir que la ingestión de vitaminas en tabletas no sustituye a la buena alimentación. "Los nutrientes ejercen papel protector cuando consumimos a través de los alimentos", advierte la médica Fernanda Schettino.
Si aún no ha incluido estos elementos en su menú, puede hacerlo hoy mismo. La adopción de una alimentación saludable contribuye no sólo a la prevención del cáncer, sino también a enfermedades del corazón, obesidad y otras enfermedades como el colesterol y la diabetes.