No es secreto para nadie que frutas, verduras y verduras son esenciales en una alimentación sana. A la hora de comprarlos, sin embargo, es importante prestar atención a algunos puntos para, de hecho, gozar de la mejor manera de los beneficios que estos alimentos ofrecen.

Jamile Nogueira, nutricionista de All Clinik (RJ), comenta que, en las verduras, por ejemplo, están presentes diferentes tipos de compuestos que son fundamentales para el adecuado funcionamiento del organismo. "Un ejemplo sería la vitamina A, importante en el combate a infecciones y para la salud visual, presente en alimentos como calabaza y zanahoria. Además, las legumbres poseen fibras que colaboran para el buen funcionamiento intestinal ", dice. "Una sugerencia importante para la elección de legumbres es la selección de aquellos de la cosecha, pues estarán menos expuestos a agrotóxicos y con mayores cantidades de nutrientes, además de que el costo sea más bajo", explica Jamile.

Carla Mourilhe, nutricionista de All Clinik (RJ), destaca que la gran importancia de la inclusión de verduras variadas en la alimentación se debe al llenado de las necesidades de vitaminas, minerales y fibras. "Estas tienen como función aumentar el residuo alimentario en el tracto digestivo, aumentando la saciedad y favoreciendo el funcionamiento intestinal. Además, interfieren en la absorción de glucosa y colesterol, previniendo enfermedades cardiovasculares y diabetes. Y aún presentan bajísimas calorías. Además de todos estos beneficios, muchas verduras presentan diversos fitoquímicos, que tienen propiedades de prevención de enfermedades y promoción de salud ", dice.

En relación a las frutas, Yasmin Gonzalez, nutricionista de All Clinik (Barra da Tijuca - RJ), resalta que contienen vitaminas y minerales, nutrientes esenciales para la buena salud. "Son ricas en fitoquímicos, compuestos naturales producidos por las propias frutas. Y cada fruta tiene un tipo de fitoquímico. Los más conocidos son los flavonoides, licopeno, antocianinas y el betacaroteno, que son los responsables de la acción antioxidante, prevención del cáncer de próstata, reducción del riesgo de las enfermedades cardiovasculares, entre otros beneficios ", comenta. "Otro beneficio interesante en el consumo de frutas es el alto contenido de fibras que tienen, ayudando así al buen funcionamiento del intestino", añade la nutricionista Yasmin. Yasmin destaca, sin embargo, que, para disfrutar de todos los beneficios, es esencial variar las frutas en el menú, para que se pueda tener una buena variedad de nutrientes. "Es muy importante también optar por frutas en la cosecha, pues es el período en que la fruta está en el auge de su valor nutricional", orienta.

¿Quieres saber cómo hacer buenas elecciones a la hora de comprar frutas, verduras y verduras? Compruebe las directrices de las nutricionistas.

Cómo elegir frutas

La nutricionista Yasmin explica lo que debe tenerse en cuenta a la hora de elegir los principales tipos de fruta:

Aguacate:

él no puede estar demasiado duro ni demasiado blando. Apale la fruta y sienta cómo está. El aguacate puede incluso ser comprado más duro, pues él madurará y quedará en el punto ideal para el consumo.

Piña:

cuanto más amarillento, mejor! Si está verde, todavía no está bien para el consumo y, muy marrón, puede estar pasado. Un consejo es tirar de un pétalo de la corona ... Si sale fácil, está bien; si es difícil de tirar, todavía no está bien para el consumo. Banana:

el ideal es que el plátano esté bien amarillento, sin pollitas y sin puntos verdes en el extremo. Si tiene muchas pintas marrones es signo de maduración. Caqui:

la cáscara no debe tener ninguna grieta y su color debe ser rojo-anaranjado. Coco:

para el coco fresco, para saber si tiene mucha o poca agua, basta con golpear el coco cerca del oído ... Si usted oye el ruido del agua, es señal que tiene poca agua, entonces, lo ideal es no oír nada! Para el coco seco, opte por el más pesado, signo de más pulpa. Y experimente golpear con un cable de cuchillo, si el sonido es hueco, no está bien; si es un sonido estridente, es señal de que la fruta está fresca. Figo:

cuanto más morado, mejor. Y cuando usted observa pequeñas arrugas en la cáscara, indica que esta óptima para el consumo. Goiaba:

al apretar ligeramente la cáscara, la fruta debe ceder un poco; de lo contrario, estará muy verde. Pero evite comprar aquellas que estén totalmente blandas, pues, probablemente, estarán "pasadas". Un consejo es optar por las goiabas que tengan con un perfume intenso y agradable. Naranja:

elegir las más firmes y pesadas, que tendrán más jugo. Los tipos de naranja que tienen la corteza más fina y lisa son más jugosos. Limón:

si la corteza es lisa es un indicativo que tiene bastante jugo. Mamón:

opte por la papaya con color amarillento / anaranjado. Si está herido y con manchas marrones, no está bien para el consumo. Manga:

existen varios tipos de mango, pero, en general, la fruta debe presentar olor dulce y color amarillo-rojizo. Si la corteza está amasada, herida y con líquido aparente, significa que puede estar pasada. Maracuyá:

su cáscara tiene que ser firme, brillante bien amarillita. Un consejo es sacudir y sentir si hay mucho o poca pulpa. Cuando la cáscara está arrugada y con color amarillo oscuro, es óptima para el consumo. Kiwi:

una buena sugerencia para saber si el kiwi es propio para el consumo es apretar delicadamente la fruta, si la fruta ceder y volver a la forma inicial, esta óptima! Manzana:

debe estar firme al tacto. Si está blando, no está apto para el consumo. La regla de mirar el color no vale para la manzana, pero dependiendo del tipo de manzana, ésta puede ser más roja o más verdosada, como sucede con la manzana verde. Melancia:

la cáscara debe ser lisa, firme y sin manchas. Dale un golpe en el extremo de la sandía, si el sonido es sofocado, está listo para el consumo. Melón:

la cáscara debe ser firme, sin fisuras y color amarillo. Cuando toque los extremos, si cede al tacto, es óptimo para el consumo, pues estará bien maduro. Pera:

cuando está muy verdosada, su carne todavía está dura. ¡Cuanto más amarillita y con pigmentos marrones, más perfecta para el consumo! Melocotón:

su olor debe ser dulce; su cáscara, lisa y sin grietas. La coloración no debe contener manchas verdes, pues ésta es una señal de que la fruta no está madura. Tangerina:

el color debe ser un naranja bien fuerte. Su cáscara debe ser lisa y no muy gruesa ... Estos son buenos indicativos de que la fruta es óptima para el consumo. Uva:

un consejo es sacudir suavemente el racimo, si cae muchas uvas, no está bien para el consumo. Cómo elegir verduras

Lechuga, espárrago, brócoli ... ¿Sabes cómo elegir ?! Compruebe los consejos de la nutricionista Carla: Acelga:

las hojas deben ser bien verdes y firmes. De preferencia para aquellas que poseen el centro del mazo más cerrado y blanquecino, y evite las que presentan colores amarillos y marcas de insectos.

Agrión:

las hojas deben tener coloración verde oscuro y tallos firmes. Apio:

las hojas deben ser verdes oscuras y brillantes, sin manchas amarillentas. Es importante separar los tallos para verificar si hay coloración marrón o negra por dentro. De preferencia por los paquetes más pesados. Alcachofra:

las hojas deben estar cerradas, sin manchas negras. Para evaluar el punto adecuado para el consumo de la alcachofra, se debe sostenerla por la base y sacudir suavemente, la flexibilidad del tallo indica que está en el punto para ser consumida. Lechuga:

las hojas deben estar firmes, con colores fuertes y ligeramente crocantes. Se deben evitar los paquetes con hojas marchitas y con tonos amarronados. La lechuga americana presenta hojas de coloración verde clara; ya las llanuras lisas y crespas presentan hojas más maleables. Alfalfa:

las hojas deben tener color blanquecino y verde claro, sin exceso de humedad. Almenarán:

las hojas deben ser verdes, firmes y sin manchas oscuras. Aspargo:

los tallos deben tener un color verde brillante, estar firmes al tacto, pero suaves. Las puntas de las espinas deben estar cerradas con una ligera coloración oscura o verde oscuro. Evite aquellos con tallos amarillentos, manchados, marchitos o que presenten flores. Brote:

las hojas deben ser de color verde oscuro, deben estar limpias, sin manchas y sin marcas de insectos. Se deben evitar esos paquetes con hojas amarillentas, marchitas y rasgadas. Brócoli:

se deben elegir aquellos con coloración verde oscuro, botones de las flores cerradas, tallos firmes y hojas frescas. Se debe evitar comprar la verdura cuando esté con las flores abiertas o amarillentas. Cebolleta:

las hojas deben ser bien verdes y sin amasado. Se deben evitar aquellas con las hojas amarillentas y marchitas. Achicoria:

las hojas deben estar firmes, bien verdes y sin marcas de insectos. Se deben evitar los productos con las hojas amarillentas y / o marchitas. Cojín:

las hojas deben ser bien verdes, sin manchas y con los tallos crocantes. Evite los paquetes con hojas amarillentas y con los talones blandos. Cola:

las hojas deben ser verdes oscuras, firmes y sin manchas. Espinacas:

las hojas deben ser bien verdes y firmes, sin partes marchitas. Se deben evitar productos con hojas amarillentas y tallos oscuros. Escarola:

las hojas deben ser bien verdes y firmes, sin manchas o marchitas y sin marcas de insectos. Menta:

las hojas deben ser bien verdes y sin manchas oscuras. Albahaca:

las hojas deben ser lisas, sin manchas y puntas negras. Mostaza:

las hojas deben estar bien verdes y firmes. Se deben evitar los productos con las hojas amarillentas y marchitas. Rúcula:

las hojas deben ser bien verdes y firmes. Evite aquellas verduras que estén amarillentas, marchitas o con pequeños puntos negros. Salsa:

las hojas deben ser bien verdes y sin manchas oscuras. Taioba:

las hojas deben presentar coloración verde-oscura, deben estar firmes, sin rasgos y sin áreas oscurecidas o amarillentas. "Recuerde: los vegetales tienen baja durabilidad y deben ser consumidos poco después de la compra para no perder el sabor y los nutrientes. La estacionalidad es siempre importante para la decisión de compra de los productos, hasta por una cuestión de sabor ", orienta Carla.

Cómo elegir verduras La nutricionista Jamile destaca puntos importantes a la hora de elegir los principales tipos de verduras:

Calabaza:

debe presentar la cáscara firme y lisa. Además, cuando se vende cortada, debe tener coloración variando entre amarillo y naranja vivo dependiendo del tipo de calabaza en cuestión.

Abobrina:

debe tener la cáscara firme, sin daños aparentes y tener coloración variando entre blanco, verde claro y verde intenso. Ajo:

no debe presentar amasados ​​o heridos; debe estar íntegro, con la cáscara preservada, no estando marchito. Berenjena:

debe tener la cáscara íntegra y brillante, sin daños aparentes. Beberraba:

se deben escoger aquellas no muy grandes, con hojas tiernas y vajillas. Si está marchito es una señal de que el alimento está envejecido. Cebolla:

no debe presentar amasados ​​o heridos y la cáscara debe estar bien conservada. Zanahoria:

no debe estar marchita, ni con la corteza dañada. Una buena prueba es romper la puntita y observar si es rígida ... La zanahoria marchita no se rompe con facilidad. Chuchu:

se debe optar por aquellos de cáscara verde, sin pequeñas espinas (que indican el envejecimiento del alimento). Coliflor:

no deben estar con las ramas con coloración amarillenta, las flores deben estar bien cerradas y las hojas deben estar verdes y tiernas. Patatas en general:

deben estar con la cáscara íntegra, sin aquellos puntos marrones o verdes que indican que el alimento está envejecido. Aipim:

en general se vende cortado. Así, debe ser blanco en el interior, sin manchas o puntos marrones. La cáscara debe ser fina y soltar con facilidad. Jiló:

la cáscara debe ser de un verde uniforme; las manchas amarillentas indican el envejecimiento del alimento. Maíz verde:

éste es un alimento delicado. Los granos deben estar íntegros, de color brillante. La paja debe ser de un verde vivo, sin signos amarillentos. Nabo:

la cáscara debe estar lisa e íntegra, debe ser de color blanco a ligeramente verdosada. Pepino:

observar el aspecto de la cáscara, si está lisa y bien verde. Inhame:

la cáscara debe estar firme, con pequeñas raíces saliendo, no estando marchito y con pequeños brotes. Pimiento:

debe presentar cáscara firme y brillante; los menores probablemente presentan menor concentración de agrotóxicos. Quiabo:

debe ser de un verde intenso y estar firme y sin manchas (que indican deterioro del alimento). Los menores tienden a estar menos fibrosos. Rabanete:

debe tener la cáscara firme, sin daños aparentes, como puntos negros. Las hojas deben ser verdes y tiernas, sin signos amarillentos, que indican que el alimento está envejecido. Maxaje:

debe ser de formato oval, con espinas íntegros de un verde intenso. Aquellos amarillos probablemente ya están envejecidos y probablemente estarán fibrosos. Por último, vale destacar: cada alimento tiene sus particularidades, pero, en general, optar por aquellos "de la época" es siempre la mejor opción, pues, así, los alimentos estarán menos expuestos a agrotóxicos, en el auge de su valor nutricional y con bajo costo.