Normalmente buscamos proteger la piel contra el sol cuando llega el verano, pero a menudo damos poca importancia a este cuidado durante el frío del invierno - pensando (mal!) Que el sol de esta estación es menos nocivo para la salud de la piel.

La radiación ultravioleta es la principal villana de la piel sana y bonita y, aunque en el invierno el impacto sea menor, el cuidado debe ser continuo durante todas las estaciones del año. Y si aun sabiendo de la importancia del filtro solar no dio para escapar de las quemaduras de sol, siga estos 5 consejos para disminuir la ardor y el enrojecimiento.

1. Compresas de agua fría

Baños fríos y compresas de agua helada traen bastante alivio para la piel quemada de sol, disminuyendo la hinchazón y el dolor. Usted también puede añadir los copos de avena, ya que el grano tiene propiedades calmantes capaces de disminuir la incomodidad sin resecar la piel.

Para quemaduras en áreas sensibles, como la piel de la cara y los muslos, se indican las compresas con té helado (el de manzanilla, por ejemplo).

2. Hidratación

Los baños y las compresas alivian la ardor de la piel, pero pueden robar la hidratación. Por eso, previene el resecamiento de la piel herida aplicando un hidratante poco después del baño y varias veces al día. Busque cremas hidratantes a base de plantas medicinales, como Aloe Vera, o aquellos que contengan colágeno y liposomas (capaces de hidratar profundamente la piel y auxiliar en su restauración).

Un consejo: deje el hidrante de la nevera minutos antes de hacer la aplicación. Así, además de hidratar él va a aliviar la ardencia.

3. Evite el jabón

El jabón y el jabón pueden irritar la piel quemada, favoreciendo el resecamiento y, consecuentemente, aumentando los daños provocados por el sol. Por eso, lo más indicado es que el baño sea solamente con agua, sin frotar la piel.

4. Abuso de los líquidos

Hidrata la piel de dentro hacia fuera también, consumiendo mucha agua. Otros líquidos también son bienvenidos, como el agua de coco y los jugos de fruta. En el caso de los jugos, dé preferencia a aquellos hechos con frutas ricas en antioxidantes, como piña, sandía y melón.

5. Quédese lejos del sol

Es un consejo algo obvio, pero muy importante. La piel quemada lleva de 3 a 6 meses para volver a la normalidad y, en este período, es mucho más vulnerable a otras quemaduras. Por eso, huye del sol por algunos días para evitar más daño a su piel. Recuerde que incluso en la sombra usted está expuesto a la luz ultravioleta y que el filtro solar es indispensable.

Y después que la incomodidad pase, se promete a sí misma: - eso ya no va a suceder. La falta de cuidado y protección provocan daños en la piel que se acumulan durante la vida y, la mayoría de las veces, son difíciles de revertir. Cuanto más cuidado, mejor.