La buena alimentación es una pieza fundamental para mantener el equilibrio de la salud. Sin embargo, las personas con disfunciones en el organismo, como el colesterol alto, necesitan complementos para suplir la carencia de nutrientes.

Cuando en grandes cantidades, el LDL (colesterol malo) se acumula en las venas causando la aterosclerosis, problema que puede llevar a un infarto. Pero una alternativa sana para controlar el problema puede estar en el consumo de un cereal originario de los Andes.

Investigaciones recientes han mostrado que el amaranto, además de altamente nutritivo, es un excelente reductor de los niveles de colesterol en el organismo, protege el corazón y contribuye a la reducción de la presión arterial.

Además de la comprobada reducción del colesterol, el amaranto es naturalmente rico en proteínas de alto valor biológico. La planta es todavía fuente de fibras, zinc, fósforo y calcio biodisponible, o sea, listo para ser absorbido por el organismo.

Otro beneficio del amaranto es que no contiene gluten o otras sustancias alergénicas en su composición, por lo que puede ser consumido por los celíacos (personas con intolerancia al gluten). El grano también es indicado para atletas, ya que estimula la recuperación y ganancia de masa magra, además de reforzar el sistema inmunológico.

Generalmente, se encuentra en tiendas especializadas en productos naturales, en forma de granos, copos y harina. Para consumir el amaranto, basta cocinar los granos, como cualquier cereal o mezclar las ensaladas, sopas, salsas, jugos y vitaminas o cualquier comida del día sin alterar el sabor de las preparaciones. Otra opción es consumir el amaranto en forma de té.