Dicen que la vida es una sola y, por eso, es necesario realizar cosas positivas antes de que llegue a su fin. Más que no dejar nada para mañana, que tal comenzar eliminando de su vida hábitos y factores que no te traen beneficio alguno?

1 - Negativismo

Ser realista es muy diferente de ser pesimista. Si usted quiere que las cosas empiecen a salir bien, que tal evitar esos pensamientos negativos?

Es importante entender que cuanto más usted piensa positivamente sobre lo que sea, más usted se vuelve naturalmente propenso a desarrollar sus actividades y obtener éxito con ellas. Además, mentalizar que algo no va a funcionar es el tipo de preocupación que puede desarrollar problemas más graves, como el estrés.

2 - Estrés

El día a día corrido, típico de la sociedad contemporánea, es bastante propicio para causar estrés emocional - y le toca evitar que esto suceda. ¿Cómo? Sólo tienes que prestar atención a tu día: cuando percibas que una situación te está dejando muy nerviosa, busca respirar y pensar en otro asunto.

Distración es a menudo la manera más correcta de solucionar un problema. Vuelve a pensar en él cuando esté más relajado.

3 - Preocuparse con la opinión de los demás

Una de las cosas más difíciles de hacer es tratar de agradar a todo el mundo. No vale la pena y, más que eso, puede incluso perjudicarte. Busque si se desconecta de lo que otros piensan acerca de él, comience a ignorar este tipo de opinión, en pro de una vida menos desgastante.

4 - Un trabajo que no te gusta

Es claro que cualquier trabajo en el mundo tendrá tus días buenos y malos pero, si tu empleo no te proporciona placer, tal vez sea el momento de cambiarlo por algo que realmente te guste.

No es demagogia decir que quien hace lo que le gusta no se da cuenta de que está trabajando. Reevalúe sus prioridades y busque un empleo nuevo, más relacionado con sus áreas de interés. Esta actitud puede parecer compleja, pero hace un bien tan profundo que luego se preguntará por qué pasó tanto tiempo haciendo algo que no le gustaba.

5 - Relaciones desgastantes

La máxima "antes sólo que mal acompañado" debería ser una de las reglas de oro para cualquier persona. Una relación desgastante es aquella que implica exceso de celos, peleas por motivos fútiles, obsesión por el otro y falta de respeto, entre otros factores negativos. Si usted está en una relación así, empiece a reflexionar si vale la pena tanto sufrimiento.

6 - Pasividad

Ser una persona pasiva es, justamente, esperar que las cosas mejoren solas en lugar de actuar. Las situaciones incómodas exigen que usted se mueva contra ellas, porque la ley de la inercia también vale en esos casos. La tendencia es que todas las cosas permanezcan como están, hasta que una fuerza externa actúe sobre ellas.

7 - Comparar con los demás

Cada persona es única y, por lo tanto, compararse con otras personas es un comportamiento negativo que debe evitarse a cualquier costo. Si está inseguro sobre una determinada situación, se concentre en hacer lo mejor que pueda y deje de lado lo que las demás personas están haciendo.