La forma en que el niño interactúa y se relaciona con el conocimiento está íntimamente relacionado con el enfoque familiar con los estudios. La familia, por ser considerada la primera esfera socializadora para los niños, juega un papel fundamental en la relación del niño con la escuela.

Es en la familia que nociones como autoridad, jerarquía y respeto son inicialmente instauradas. Además, es en el ambiente familiar que los niños no sólo aprenden a adaptarse a las diferentes circunstancias, sino que también crean su modelo de aprendizaje y la forma en que se relacionan con el conocimiento. Por eso, es fundamental que los padres estén presentes en las actividades relacionadas con la enseñanza y ayuden a los hijos en la organización de las tareas escolares. Pero qué hacer para ayudarlos?

Incentive al niño a estudiar

El primer paso para que el niño sea organizado en relación a los estudios es animarle a estudiar. Esto se da por el hecho de que gustar de leer y de manejar los libros y materiales escolares y sentirse instigado a investigar nuevos asuntos, por ejemplo, motivan al niño a cuidar de todo aquello que está relacionado a los estudios.

Enseñe a su hijo a manejar y guardar el material escolar

Muchos padres requieren que los niños guardan el material escolar y sepan manejarlo. Por otro lado, muchos no enseñan a sus hijos cómo hacerlo. Por eso, reserve unos minutos de su día para enseñarle a organizar los libros, cuadernos, lápices y afines. Explique que mantenerlos siempre limpios y en el lugar correcto puede facilitar las tareas y optimizar el tiempo.

Cree rutinas y esté presente

Los niños necesitan rutinas para aprender a desempeñar sus tareas diarias. Por eso, organiza el día de tus hijos y establece prioridades. Deje claro que los estudios deben estar en primer lugar y que sólo después de terminar todo lo que se debe hacer para la escuela es que los juegos están liberados. Además, esté dispuesta a supervisar las tareas de los niños. Asegúrese de verificar la agenda escolar diariamente y de cobrar las tareas hechas; elogia los trabajos realizados con éxito y no dejes de conversar con el niño siempre que ella deje de hacer algo para dejar claras sus responsabilidades frente a los estudios.

Ambiente y horarios adecuados

En un entorno favorable, el niño tiende a estudiar con placer ya comprender la seriedad de la tarea. Por eso, elija un espacio adecuado para que el niño estudie. Mantenga la iluminación adecuada, además de sillas y mesas cómodas. Evite colocar al niño para estudiar en lugares que estimulen su distracción, como el cuarto de juguetes, por ejemplo. Además, tenga cuidado con el ordenador, que también puede distraer a su hijo cuando la hora es de estudiar.