Motivos para no recurrir a la agresión

Los niños cuando atrapados, llevando

palmadas o castigos aún más violentos, no tienen madurez y discernimiento suficiente para relacionar el castigo a su causa. De esta forma el niño acaba siendo traumatizado por estar sufriendo por un motivo desconocido. Además de no funcionar como

método de educar , la violencia genera aún más violencia. Si su hijo se coge en casa, puede que quiera golpear a los compañeros de clase en la escuela o que sea violento con ellos de otras maneras. El niño que recoge ve que los padres logran lo que quieren por medio de violencia y eso puede tornarse algo natural para el niño. El hijo pensará que cuando quiera algo, es sólo usar fuerza que conseguirá.Otro factor que debe tenerse en cuenta en la educación de su hijo

es que la agresión verbal también es violencia. Si usted grita con él, él querrá gritar aún más alto, lo que no resolverá el problema. Utilizar palabrotas o ser cruel con las palabras, por ejemplo, diciendo que su hijo "no sabe hacer nada derecho" puede acarrear en serias consecuencias psicológicas negativas. Aún el niño cuando es educado por medio de agresiones, aprende a ser controlado sólo con el uso de la fuerza. Siendo así, es posible que en el futuro las consecuencias sean aún peores, como niños que se vuelven adultos fuera de la ley. Es triste también saber que estos niños que no aprenden a respetar los límites sólo por el hecho de que existier, van a aprender a respetarlos sufriendo represalias y castigos durante la vida adulta. Incluso si usted ha llevado palmadas cuando era niño y cree que eso no te ha perjudicado, no prive a su hijo de recibir una educación más evolucionada y menos agresiva. Así como usted probablemente no quisiera que él recibiera palmatorias en la escuela

, considere medios alternativos y más actuales de educación que no implican castigos físicos. Cómo educar sin golpear La mejor manera de enseñar a su hijo

lo que él puede y no puede hacer es por medio de diálogo y manteniéndose firme y disciplinado en lo que dice. Las puniciones como dejar al niño sin el juguete preferido por una semana ayudan a contener ese comportamiento temporalmente, pero no tiene mucho efecto para el futuro. El niño necesita aprender sin castigos que existen reglas que deben ser respetadas. Por más cruel que pueda parecer en algunos momentos, las reglas de casa deben ser respetadas también por los padres y así los hijos sufrirá menos en el futuro, cuando las reglas sean impuestas por otras personas y por el gobierno, por ejemplo, pues éstos probablemente no tendrán " "dó" de su hijo.Muchas veces, los niños repiten incesantemente determinado comportamiento y los padres tienen que hablar varias veces lo mismo: "Eso que usted hizo no es legal". Sin embargo, eso sucede porque en el mundo infantil no existe todavía mucha lógica y ellos no logran discernir causa y consecuencia. Por eso es importante ser consistente y paciente, repitiendo cuantas veces sea necesario el

diálogo para educar

. Es importante que los padres tengan conciencia de que desafiar reglas forma parte del crecimiento del niño y que no deben dejarse llevar por ello quedando exaltados. Deben mantenerse firmes y conversar con el niño. Con los pequeños, entre 1 y 4 años, lo ideal es decir que aquello no debe ser hecho y siempre elogiar el comportamiento adecuado. Con los niños entre 5 y 6 años se recomienda dejarlos sin un juguete que les gusta por un tiempo. Los mayores, entre 7 y 9 años, pueden ser colocados para reflexionar solos sobre la actitud que tuvieron. Se sugiere 1 minuto para cada año de vida, por ejemplo, 6 minutos para un niño de 6 años.

Una sugerencia para enseñar a los hijos desde temprano a entender y respetar reglas es crear un mural de combinados, con reglas que ellos proponen y los padres también. Crea algunas reglas para ti mismo para mostrar que las obedecen y alientan a los hijos. Usted puede también premiar de forma sencilla los comportamientos correctos, como poner una estrellita al lado del nombre del niño a cada comportamiento loable que ella tenga. Prefiera siempre exaltar las actitudes positivas en lugar de las negativas.

Recuerde que cuando son pequeños, es fácil golpear y castigar a los hijos de forma agresiva. Pero esto puede volverse contra ustedes cuando sean grandes, y peor aún, este niño puede tener que ser disciplinado por la sociedad cuando es adulta. Por eso, siempre piense bien antes de usar la fuerza. Utilice el diálogo y sea cerca de su hijo o hija, permitiendo que él siempre pueda contar con usted como alguien que lo ama y protege y no un enemigo que lo ataca.