Haga del baño diario un ritual, un momento sólo suyo para apagar del resto del mundo y recuperar las energías. Un baño relajante es capaz de dejar el estrés y el cansancio hacia atrás y llevar por agua abajo toda la tensión de la correría del día a día.
Si usted no tiene bañera en casa, todo bien. En la ducha o en la bañera, el baño puede quedar aún más relajante si se prepara el ambiente. Vale invertir en velas, esponjas especiales e incrementarlo con algunos ingredientes como sales, aceites y jabones, que pueden hacer milagros por su bienestar y su belleza.
Comience a preparar su baño relajante dejando el ambiente del baño más acogedor. Utilice velas perfumadas para crear un clima armonioso. Las velas con fragancias cítricas son estimulantes, las de hinojo traen calma y las de fragancia amadeirada disminuyen la tensión.
Use jabón líquido o en barra, pero elija siempre los que poseen propiedades que hacen bien para su tipo de piel.
Los jabones caseros son una gran opción, pues generalmente se hacen con glicerina, esencias y aceites naturales, que dejan la piel mucho más suave que los jabones comunes. Otra buena sugerencia son las sales efervescentes, que provocan una sensación energizante en el cuerpo.
Masajear la piel durante el baño es óptimo para dar más energía y disposición. Además, activa la circulación y elimina las células muertas del cuerpo. Utilice esponjas y casquillos naturales para hacer movimientos circulares y suaves, siempre de abajo hacia arriba.
En un recipiente con agua caliente, coloque algunas gotitas de aceite aromático y extienda la esencia en el cuerpo entero después del baño. Deje que el cuerpo se seque naturalmente. En la bañera, coloque algunas gotitas del aceite y haga inmersión durante diez minutos. Los aceites de baño dejan la piel suave e hidratada. Los aceites con esencia de rosa, manzanilla, lavanda, flor de naranjo, alcanfor y algas marinas son renovadores.