La fitoterapia es un conjunto de técnicas que utilizan medicamentos a base de plantas en el tratamiento y en el combate de enfermedades infecciosas, alergias, disfunciones metabólicas y diversos otros casos. Si se usan adecuadamente, estos medicamentos pueden traer diversos beneficios a la salud y presentar resultados, a veces incluso superiores a los tratamientos con medicamentos convencionales. Otra ventaja es que en los tratamiento con medicamentos fitoterápicos los efectos colaterales son minimizados.

Se considera fitoterápico toda preparación farmacéutica, sean extractos, tintes, pomadas o cápsulas, que utilice en su composición tallos, hojas, flores, raíces y semillas de plantas que tengan eficacia comprobada. Esto demuestra que la fitoterapia puede ofrecer soluciones baratas para el tratamiento de diversas enfermedades.

El preconcepto por parte de los propios médicos contra este tipo de medicamentos está dejando de existir gracias a los innumerables estudios científicos y pruebas que se vienen realizando. Hasta hace poco, la fitoterapia era considerada una medicina inferior y popular, propagada por charlatanes y aprovechadores, usando plantas que se pueden encontrar en cualquier lugar, hasta en el jardín de casa.

Por otro lado, al igual que con cualquier otro tipo de medicamento, es necesario tener precaución al hacer uso de los medicamentos fitoterápicos. La creencia popular de que lo que viene de la naturaleza no hace mal induce al uso de estos medicamentos sin ningún tipo de precaución, las personas se olvidan que cualquier medicamento no debe ser usado sin orientación médica y que ciertas plantas son tóxicas. Es difícilmente llegar a un estado de sobredosis por té de boldo, por ejemplo, pero el efecto de algunas plantas es desconocido y su uso indiscriminado y prolongado puede sí traer problemas a la salud. Pueden surgir alergias, efectos tóxicos graves e incluso el desarrollo de cáncer.

Antes de comenzar a utilizar las técnicas de la fitoterapia, busque la procedencia de las plantas, los tés y los medicamentos. Gran parte de ellos está en el mercado clandestinamente, sin respetar ningún criterio científico y ningún control de calidad, ya que principalmente en países tropicales esas plantas existen en abundancia y se pueden encontrar en cualquier lugar. Por ser de fácil acceso, eventualmente se confunden unas con otras debido a características similares.