No hay como negar: la mantequilla tiene el poder de transformar cualquier comida simple en un plato mucho más sabroso! Sin embargo, es cierto que la mayoría de la gente evita consumirla porque ya ha oído hablar de los maleficios que puede ofrecer a la salud, o simplemente porque ha escuchado que no se considera un alimento sano.
Hace muchos años la mantequilla es vista como una gran villana, no sólo para quien sigue una dieta de adelgazamiento, como también para quien se preocupa por su salud y busca consumir, en el día a día, sólo alimentos considerados saludables. Pero, ¿es que esta mala fama, de hecho, tiene fundamento?
Alfredo Cury, endocrinólogo del Spa Posse del Cuerpo, explica que existen estudios que relacionan la mantequilla a problemas de obesidad y enfermedades cardíacas. "Pero, claro, nosotros como expertos, sabemos que el problema ocurre en el caso de que sea consumida en exceso, pues presenta niveles altos de colesterol y grasa saturada", destaca.
En cambio, actualmente, algunos estudios han demostrado que la mantequilla, si se consume correctamente, puede traer algunos beneficios a la salud, como usted confiere a continuación:
Buenas razones para consumir mantequilla (con moderación)
1. Es rica en ácido láurico:
lo que, de acuerdo con Alfredo Cury, ayuda a proteger al organismo contra infecciones fúngicas. 2. Es rica en vitamina A:
lo que, de acuerdo con el médico, la convierte en un buen alimento para la visión. 3. Es rica en la vitamina K2:
de acuerdo con el endocrinólogo Cury, esta vitamina tiene un papel importante contra las enfermedades de las articulaciones, como la osteoporosis y la artritis. 4. Es antioxidante:
la función de este tipo de alimento es combatir los llamados radicales libres -que afectan negativamente al organismo-, por lo que ayuda a prevenir enfermedades ya combatir el envejecimiento precoz. 5. Contiene "grasas saturadas sanos":
con ello, de acuerdo con el endocrinólogo Cury, el organismo reconoce la grasa de la mantequilla como natural y logra metabolizarla. Mantequilla X margarina
Fotos: Thinkstock
Es muy común que surja la duda: cuál de las dos opciones es la mejor para la salud? La respuesta genera controversia.
Vale destacar que la mantequilla es la nata de la leche batida hasta convertirse en una emulsión cremosa. En este producto, predominan el colesterol y la grasa saturada, comunes en alimentos de origen animal. La margarina, por su parte, es obtenida por medio de la hidrogenación de aceites vegetales y contiene grasa trans (producida artificialmente con el objetivo de conservarla por más tiempo y dejarla con una buena consistencia).
Marcela Frías, nutricionista de la Clínica Dicorp, explica que las margarinas son mayores fuentes de ácidos grasos trans (AGT) si se comparan con la mantequilla. "Los AGT se forman durante el proceso de hidrogenación del aceite vegetal y aumentan el colesterol plasmático del tipo LDL (lipoproteína de baja densidad)", dice.
De acuerdo con la profesional, la mantequilla, a diferencia de la margarina, es pobre en AGT, pero rica en ácidos grasos saturados (4), que son lípidos de origen animal. Pero, en opinión de la nutricionista Marcela, la mejor opción sigue siendo la margarina. Sin embargo, cabe resaltar que ninguna de ellas debe ser consumida en exceso.
Marcela Frías explica que, si la persona opta por la mantequilla, ese consumo se debe hacer en pequeñas porciones al día, de un máximo de 40 gramos. "Ella puede ser utilizada en panes, como método de condimento de algunos alimentos, entre otras maneras", dice.
La nutricionista añade que una cucharada de mantequilla (10g) tiene 72 calorías aproximadamente.
El consumo de margarina, de acuerdo con Marcela Frías, también debe hacerse en pequeñas porciones al día - de un máximo de 50 gramos. "Ella también puede ser utilizada en panes, pasteles, dulces, e incluso en algunos platos salados", dice.
La nutricionista explica que una cucharada (10g) de margarina tiene 70 calorías aproximadamente. Por eso, si, después de leer esta materia, surgir nuevamente la duda "mantequilla o margarina?", Recuerde que ni siquiera las investigaciones lograron definir cuál es la mejor opción. Y, aunque algunos estudios han señalado buenos motivos para consumir la mantequilla, su consumo excesivo no es nada positivo. El mismo cuidado vale para los que prefieren la margarina: su consumo debe ser bien moderado. La sugerencia, en los dos casos, es simplemente: apreciar con moderación!