Si usted es del tipo que adora novedades en fitness, debe quedar ligada en una adaptación de los pilates que ha conquistado adeptos en Estados Unidos, en diversos países de Europa y pronto debe llegar a Brasil. La novedad, llamada poolates, llevó el método tradicional de los pilates a la piscina. En el agua, el pilates se vuelve refrescante y divertido, pero el trabajo para garantizar los músculos tonificados y una postura más bonita es más tirado.
La práctica de pilates en el agua busca trabajar equilibrio, flexibilidad, fuerza, postura, concentración y respiración. Las clases están compuestas por ejercicios de calentamiento, equilibrio, fortalecimiento de piernas y brazos, abdominales, espalda, torsión, estiramientos, relajación y soltura muscular, todo trabajado con la ayuda de accesorios para flotar.
En el agua, existe una fuerza llamada empuje, que es contraria a la gravedad y da la sensación de ligereza al cuerpo. Esto reduce el impacto sobre las articulaciones durante los ejercicios y disminuye el riesgo de lesiones. A pesar de que el cuerpo puede moverse de forma más segura, hay que tener más fuerza para enfrentar la flotabilidad y no desequilibrar.
En las agrupaciones , que también se conoce comohidropilates o aquapilates , la temperatura del agua se encuentra en torno a 30 grados. Con eso, las articulaciones se vuelven más flexibles y los músculos más relajados, permitiendo movimientos con mayor amplitud. Otra ventaja de las agrupacioneses que la presión ejercida por el agua promueve una mejora significativa en la circulación sanguínea, dejando el corazón y pulmón más irrigados y facilitando la salida de oxígeno al torrente sanguíneo. Para aprovechar todos los beneficios de las agrupaciones
, es necesario hacer los ejercicios de forma lenta y concentrada, prestando bastante atención a los músculos trabajados a cada movimiento. Otra orientación importante es mantener el abdomen siempre contraído.