El reflujo gastroesofágico (RGE) es el retorno repetido del contenido gástrico al esófago. Y, de acuerdo con Catherine de Almeida Cabral, pediatra del Hospital Anchieta, del Distrito Federal (DF), es normal en bebés, debido a la inmadurez del tracto digestivo de ellos, común en ese grupo de edad.

Pero, resalta la pediatra, el RGE se considera normal cuando no tiene compromiso en el crecimiento y desarrollo del bebé. "Y puede ser considerado una enfermedad cuando está asociado a otros signos y síntomas", dice.

Henrique Gomes, pediatra y gastropediatra del Hospital Santa Lúcia, de Brasilia, resalta que en los lactantes de hasta tres meses de vida es normal la aparición del reflujo. "Esto se debe al desarrollo del sistema gastrointestinal. Los niños en este grupo de edad, principalmente en el primer mes de vida, presentan ese sistema aún en proceso de maduración, con ello, la ocurrencia del reflujo gastroesofágico es más presente en esa época, así como también la mayor incidencia de otras manifestaciones relacionadas, como el cólico del, lactante ", destaca.

Gomes explica que el reflujo gastroesofágico puede ser clasificado como: reflujo fisiológico y reflujo patológico.

Reflujo fisiológico: es lo que ocurre más comúnmente en los tres primeros meses de vida, y su ocurrencia está directamente relacionada a la maduración del sistema gastrointestinal, no trayendo al bebé cualquier perjuicio con relación a la ganancia de peso o cualquier otro síntoma asociado.

Reflujo gastroesofágico patológico: puede comenzar en este grupo de edad, pero, además de los episodios de regurgitación, el bebé también presenta irritabilidad y / o bajo aumento de peso asociado. Esta irritabilidad es ocasionada por el dolor provocado por el jugo gástrico en contacto con la mucosa esofágica, siendo la mayoría de las veces causa de los lloros intensos de los bebés incluso durante las mamadas. Algunos pacientes pueden presentar síntomas respiratorios y / o otorrinolaringológicos asociados.

Una preocupación común es: ¿el reflujo en el bebé puede ser signo de una enfermedad grave? Catherine explica que el RGE puede estar asociado a condiciones específicas como estenosis congénita del esófago, fístulas traqueo-esofágicas, estenosis hipertrófica del piloro, alergias alimentarias, entre otras.

Gomes resalta que el reflujo, cuando es patológico, es un cuadro que merece atención especial. "Además de la molestia ocasionada por la regurgitación de la leche, puede llevar al bebé a presentar una baja ganancia de peso, además de otras patologías no gastrointestinales como la otitis media de repetición, tos crónica o el asma", explica.

El mejor camino, entonces, es estar atento a las señales, sabiendo diferenciar el reflujo fisiológico (que puede ser considerado normal) del patológico, no dudando en buscar ayuda médica en este segundo caso, o, simplemente, en caso de dudas.

Síntomas: cómo identificar el reflujo?

Es importante saber, primero, cuáles son las diferencias entre regurgitación y reflujo. Gomes explica que la regurgitación es el retorno del alimento, en el caso, la leche, ingerido. "La regurgitación tanto puede ser síntoma de reflujo gastroesofágico fisiológico como patológico. "Vale recordar la existencia de reflujos ocultos, cuando no hay presencia de la regurgitación de la leche por la boca, sin embargo, pudiendo presentar dolor en la ocasión o incluso otras patologías asociadas", dice.

El gastropediatra destaca que, también llamada popularmente de "golfada", la regurgitación es normal hasta el sexto mes de vida, con gran disminución de los síntomas en el tercer mes. Catherine resalta: "la regurgitación puede ser definida como el retorno de pequeña cantidad de contenido gástrico o esofágico para faringe y la boca, sin esfuerzo. El reflujo es el retorno del contenido gástrico hasta el esófago.

Síntomas del reflujo fisiológico

Catherine explica que cuando el reflujo es fisiológico, es más común en los primeros meses de vida, ocurriendo regurgitaciones repetidas, sin otros síntomas o condiciones asociadas.

Síntomas del reflujo patológico

Gomes destaca como principales síntomas en este caso:

Choro intenso durante o después de las tomas;

Irritabilidad;

  • Cambios en el sueño;
  • Síntomas respiratorios y otorrinolaringológicos asociados (tos crónica, asma, otitis media);
  • Baja ganancia de peso.
  • ¿Qué hacer en caso de reflujo?
  • Se puede intentar en casa algunas medidas simples, como mantener al bebé en posición erecta por 20 minutos después de cada toma y elevar un poco la cabecera de la cuna. Otra alternativa es aumentar la frecuencia de las mamadas para disminuir la cantidad de leche en cada una de ellas. Pero, vale la pena destacar, si el reflujo está asociado a otros síntomas, lo ideal es llevar al bebé al pediatra cuanto antes. Cualquier tipo de tratamiento, después de todo, debe ser orientado por un médico.

Causas del reflujo en los bebés

Catherine destaca que la principal causa es la inmadurez del tracto gastrointestinal. "Vale recordar que los mecanismos que impiden el retorno del contenido gástrico hasta el esófago y la boca todavía están en desarrollo", dice.

En casos patológicos, el reflujo puede estar asociado a condiciones específicas como estenosis congénita del esófago, fístulas traqueo-esofágicas, estenosis hipertrófica del piloro, alergias alimentarias, entre otras.

Gomes destaca que, en algunos casos, la exclusión de defectos anatómicos, como la estenosis hipertrófica del piloro, es necesaria. "Otros factores de riesgo son la prematuridad y asociación con enfermedades neurológicas", dice.

Medidas preventivas: cómo evitar el problema?

Catherine explica que los padres pueden adoptar las llamadas medidas antirreflujo, que son:

Elevación de la cabecera a 30 grados. Sugerencia: esto puede hacerse con la adopción de almohadas o cunas con mecanismo antirreflujo.

Esperar unos minutos, después de las tomas para colocar al bebé en la cuna, incluso cuando él se arroja. Sugerencia: generalmente 10 a 15 minutos después de la toma son suficientes.

Medidas dietéticas: algunos alimentos pueden reducir el tono del esfínter, que es uno de los mecanismos antirreflujo y / o aumentan la acidez gástrica. En estos casos, se deben evitar los alimentos grasos, frutas cítricas, tomates y café.

  • Gomes resalta que los alimentos que favorecen los cólicos también están relacionados con el reflujo en los primeros meses de vida, como los cafeinados, los gasificados además de la ingestión excesiva de leche de vaca y derivados.
  • Tratamientos contra el reflujo en los bebés
  • Catherine recuerda que en los casos del RGE fisiológico, se considera transitorio, y su reducción se espera alrededor de los cuatro a seis meses de edad, con la introducción de alimentos sólidos y la adopción de postura más erecta, dada por el desarrollo neuropsicomotor. El reflujo gastroesofágico patológico, según destaca Gomes, es tratado con medidas posturales, cambios del hábito alimentario materno, además del tratamiento medicamentoso específico. "El médico pediatra está habilitado para dar las orientaciones necesarias además de iniciar tratamiento medicamentoso cuando éste sea el caso. En algunas situaciones, el médico gastroenterólogo pediátrico es importante para el seguimiento de ese paciente ", dice. Catherine refuerza que el reflujo patológico es tratado con orientaciones a los padres, medidas antirreflujo, medidas dietéticas como introducción de fórmulas infantiles espesadas, introducción precoz de alimentos más sólidos y medicamentos para protección y vaciamiento gástrico y disminución de las regurgitaciones.

6 puntos que deben ser observados y llevados a la consulta

Es interesante ya ir preparado para la consulta con el pediatra, anotando los posibles síntomas asociados al reflujo del bebé y también llevando las preguntas al médico.

"Los padres deben informar al pediatra de sus preocupaciones y angustias sobre las regurgitaciones y el desarrollo de su bebé. La consulta de rutina del bebé hasta seis meses, que debe ser mensual, es un importante punto para diagnosticar la enfermedad del RGE, pues en ella el pediatra evalúa el peso y el crecimiento del bebé y las quejas de los padres ", destaca Catherine.

En este sentido, en relación a la preparación de los padres y al momento de la consulta en sí, Henrique Gomes orienta:

Es importante que el médico pediatra asistente oriente a los padres sobre la diferenciación del reflujo gastroesofágico fisiológico del patológico;

Los padres deben avisar al médico asistente si el bebé es muy lloroso, si se irrita durante o después de las tomas;

Los padres deben observar la curva de ganancia de peso del bebé y siempre hablar con el pediatra al respecto si esa ganancia está dentro de los parámetros de la normalidad;

Los padres deben observar si el bebé presenta un cuadro de tos persistente de difícil resolución, además de infecciones respiratorias o otorrinolaringológicas de repetición;

Deben observar si el bebé regurgita o vomita con frecuencia;

  1. Deben seguir el patrón de sueño del bebé (si se agita, se despierta con frecuencia).
  2. Con la mirada atenta de los padres y las consultas de rutina del bebé "en día", todo tiende a correr bien y, aunque el reflujo sea patológico, será tratado de la mejor manera posible.