Es difícil controlar la fuerza que el amor parece tener sobre los seres humanos. Si el amor es nuevo, entonces, asegurar los ímpetu de demostrarlo es tarea imposible para la mayoría. Este tipo de comportamiento es natural y hasta sano, después de todo, cuando estamos con alguien queremos gastar todo el cariño acumulado.
Demostraciones de afecto son óptimas y ayudan a su compañero a percibir cuán importante es en su vida y cuánto le gusta estar con él. Pero, cuando exageradas, pueden incomodar a las personas que conviven con ustedes - o incluso aquellas desconocidas que estén cerca.
Claro que hay también la situación opuesta: relaciones que, por ser de naturaleza posesiva o estar ya bastante desgastadas, acaban exponiendo en público dificultades que serían de interés exclusivo de la pareja. ¿Quién nunca tuvo una amiga que discutía con su novio en el centro comercial, en el restaurante, en la balada o dondequiera que estuvieran? Pocas cosas son tan desagradables como presenciar este drama.
Si usted se identificó con alguna de las escenas anteriores, tal vez sea el momento de reevaluar los parámetros de su noviazgo. Pero, ¿cuál es el límite aceptable para en público? Es importante entender que cada persona tiene sus valores y límites predefinidos. Es una cuestión cultural y de formación personal, además de estar relacionada con el tipo de ambiente en discusión. Los comportamientos aceptados en una discoteca no serán necesariamente aceptados en la iglesia o incluso en un parque.
El lugar en que se encuentran también determina qué actitudes son razonables y cuáles son impertinentes. Por lo tanto, la primera sugerencia es comportarse de acuerdo con el ambiente.
Tenga en cuenta que, de la alimentación al modo de vestir, todo lo que es demasiado normalmente es malo. Hasta el amor. Trate de no exagerar en la dosis cuando esté con su novio en un lugar público. Los besos, abrazos e incluso "amasos" son naturales y muestran que la pareja se ama y se da bien pero, para quien está alrededor, pueden ser una afrenta moral.
No se quede "demasiado en medio de la calle, en el supermercado, en el bar, o cuando vayan al cine, guarde sus actuaciones para los momentos en que estén solos. Esta actitud preserva la imagen de la pareja ante las otras personas e incluso la privacidad de las cosas que deben ser sólo de los dos.
Deben evitarse las discusiones en público. Los problemas que una pareja pueda tener deben ser debatidos en la intimidad, sin que otras personas participen en la discusión y, principalmente, sin involucrar en ella a nadie más. No es de buen tono pedir la opinión ajena acerca del tema, entienda que él se refiere solamente a ustedes dos. No sobrepasar los límites y comportarse de acuerdo con lo que pide cada situación demuestra educación y respeto por las personas que están alrededor.