Estar en una relación no debe ser requisito obligatorio para que usted se siente completo. Pero para que una relación valga la pena, es necesario que ella traiga cosas que te complemente, permitiendo que seas una versión aún mejor de ti misma.
Cuando estamos enamorados, podemos acabar relevando algunas actitudes del compañero que no son nada positivas. Muchas veces, la tendencia es encontrar justificaciones para esas acciones, incluso si usted está muy lastimado.
Perciberse que estás en una relación tóxica no es fácil, pero este es el primer paso para poder salir de esa situación y reanudar tu vida. Conozca algunas diferencias entre relaciones tóxicas y saludables para ayudarle en esta misión:
1. Usted tiene libertad para hacer sus cosas
Un compañero maduro sabe que mantener otros intereses más allá de la relación es necesario y beneficioso para las dos personas. Por eso, cuando usted está en una relación sana, usted se siente libre para seguir manteniendo sus amistades y practicando sus pasatiempos de antes, ya sea correr, hacer clases de baile, asistir a clases de cocina, etc.
Cuando un socio le impide mantener sus antiguos intereses, ya sea haciendo chantaje emocional ("no puedo quedarse lejos de usted!") O prohibiendo declaradamente, esa es una señal clara de que la relación no es saludable.
2. Usted actúa de la misma forma con o sin él
Con sus amigos y familiares, usted es una persona alegre, hablante y relajada, pero cuando está con su pareja, usted siente que debe ser más contenida y quedarse callada? Este no es una buena señal.
En relaciones saludables, no sentimos la necesidad de "ajustar" nuestro comportamiento en la presencia del compañero. Por el contrario, es con él que podemos ser nosotros mismos. 3. El poder y las obligaciones se dividen igualmente. En una relación tóxica, es muy nítida que existe un socio que "manda" y un socio que "obedece". Es siempre la misma persona que decide si van o no salir, a dónde van y cuáles serán las prioridades de la pareja. Además, la persona que obedece es responsable de realizar todas las obligaciones que deberían ser divididas entre la pareja, cómo hacer las tareas de la casa y cuidar de los hijos.
Cuando la relación es sana, los socios entran en consenso sobre las decisiones, tomando siempre en conjunto. De la misma forma, las obligaciones también se dividen entre los dos, habiendo cooperación entre la pareja. 4. El socio alienta sus sueños
Aunque los sueños de ustedes no sean exactamente igual, los socios que están en una relación sana se apoyan mutuamente en la realización de los objetivos de cada uno. Si, por otro lado, su pareja siempre sugiere que sus sueños son inalcanzables, que usted no debería ir detrás de ellos o incluso si usted no tiene capacidad para realizarlos, esa actitud indica una falta de compañerismo por parte de él.
5. Las diferencias son bienvenidas
Los socios no necesitan ser iguales para que la relación funcione. Muchas veces, son justamente las diferencias que atraen a dos personas, sea en el gusto por una determinada culinaria, los hobbies y los intereses de cada uno.
El problema es cuando la pareja ve estas diferencias como una amenaza y procura negar su existencia, ya no es capaz de apreciar las características individuales. Una observación: es evidente que existen diferencias de valores que son prácticamente imposibles de conciliar o que podrían poner a uno de los socios en riesgo. Cuando hablamos de apreciar las diferencias, nos estamos refiriendo a aquellas características que hacen cada persona ser única.
6. Usted sigue teniendo privacidad
No es raro encontrarse con chistes con el hecho de que una persona tiene mucho miedo de que su pareja descubra la contraseña de su teléfono móvil. Aunque muchas personas ve en ello un motivo de risa, la forma en que la pareja se ocupa de la privacidad también puede ser una señal de que eso es una relación tóxica.
Cuando usted tiene una relación saludable, usted no entra en la desesperación al dejar su teléfono móvil al alcance de la pareja, ya que usted sabe que no va a escanear sus cosas. Y, aunque él hiciera eso, no habría nada que preocuparse. El respeto a la privacidad individual sólo ocurre cuando existe confianza entre la pareja.
7. Usted tiene discusiones constructivas
Tener una relación sana no significa que nunca haya ningún desacuerdo y que un compañero jamás lastimará al otro. La ausencia total de peleas es una idea muy idealizada de la vida a dos.
El conflicto es natural en cualquier relación y es una señal de que ambos están tratando de comunicarse algo entre sí. El problema es cuando usted siente que hay algo mal, pero usted no se siente cómodo para decir esto a su pareja.
Discordar, demostrar dolor y esclarecer malentendidos son actitudes saludables para la relación, pues ellas demuestran que los socios están interesados en buscar una solución. Obviamente, las discusiones con agresión física o verbal no son constructivas en absoluto.
Cada persona es única, por lo que puede ser difícil afirmar que un comportamiento determinado comprueba que una relación es tóxica. Si usted se siente deshecho y anulado o percibe que se está traicionando a sí mismo para evitar conflictos, reflexione si realmente vale la pena insistir en esa relación.