Una duda común de la mayoría de la gente a la hora de almacenar los alimentos en la cocina es saber qué tipo de pote usar. ¿Hay algún más seguro o con el material más indicado? La nutricionista Simone Bacht, aclara algunos puntos importantes.

Según ella, la duda ocurre porque hay diferentes tipos de potes y materiales, como vidrio, plástico, inox y otros. Y cada uno de ellos tiene algunas particularidades que pueden interferir tanto en la conservación de los alimentos como en nuestra salud.

El principal riesgo tiene que ver con una sustancia que está presente en los potes hechos de plástico, el Bisfenol-A.

¿Qué es Bisfenol-A?

También conocido por la sigla BPA, el Bisfenol-A es una sustancia utilizada en la fabricación del policarbonato, resina usada para producir plásticos. Esta sustancia ha sido una de las más estudiadas en la actualidad, pues su consumo, que ocurre cuando algún alimento es calentado en potes de plástico, está asociado a problemas de salud.

El Bisfenol-A está presente en el plástico de elementos como recipientes de almacenamiento, botellas de agua, biberones, entre otros. Algunos ya han tenido su comercialización prohibida por la Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), pero muchos continúan a la venta y siguen siendo muy usados ​​en el día a día.

4 motivos para evitar el uso de plástico

  1. Los plásticos se fabrican a partir del petróleo y su contacto con los alimentos liberan algunas toxinas. Esto se potencia con la acción del calor, cuando, por ejemplo, el bote hecho de este material se lleva al microondas.
  2. Una de estas toxinas es el Bisfenol, cuya ingestión viene siendo frecuentemente relacionada con alteraciones en el sistema endocrino, que regula (o desregula) la producción de hormonas.
  3. Además, puede causar efectos adversos sobre la fertilidad, y también el cáncer, las enfermedades del sistema nervioso central y otras.
  4. Otro punto importante es el hecho de que los potes de plástico afectan el medio ambiente, porque acaban adquiriendo manchas y grietas con más facilidad, lo que lleva al descarte y genera más basura.

Por eso los vasos desechables, las tapas de plástico de microondas y la película de plástico en contacto directo con los alimentos son hábitos que también deben ser evitados. Pero si elige un pote de plástico, opte por los que son libres de Bisfenol - esa información suele venir escrita en el embalaje - que son más seguros.

Mejores potes para almacenar alimentos

De acuerdo con la nutricionista, las mejores opciones son los potes de vidrio o de acero inoxidable, especialmente cuando se calienta los alimentos.

El vidrio es un material inerte, que no reacciona en contacto con el alimento. Y dura más. Una sugerencia es reaprovechar potes de productos. Los de acero inoxidable también son buenas alternativas, pero hay que tener cuidado de no arañar y no tener liberación de metales usados ​​en la fabricación.

Ambos cuestan más caro, pero, si bien conservados, tienen vida útil mayor, lo que compensa la inversión. Además, es un detalle que hace una diferencia en la salud a largo plazo.