De repente, el encanto se perdió, la magia se acabó y todas aquellas juramentos de amor eterno, la admiración y hasta el respeto dejaron de tener sentido. Para muchas personas, estos son los síntomas más evidentes que preceden al final de una relación, pero para otros es sólo el inicio de una nueva fase, difícil de aceptar y que, con el paso del tiempo, va a revelarse amarga, gris e infeliz .
Mantener en un noviazgo o matrimonio agotado puede tener consecuencias desastrosas, aunque mucha gente insiste en arrastrarse en una relación fadada al fracaso. Conozca los principales motivos y descubra que el fin puede ser el comienzo de un nuevo comienzo.
1 - Los hijos
Aunque es de conocimiento de todos la máxima que afirma que hijos no sostienen relaciones, muchas parejas abdican de la propia felicidad en nombre del bienestar de los hijos y evitan separarse para no causar traumas y sufrimientos. De hecho, los niños deben ser preservados de todas las crisis que forman parte de cualquier relación, pero hay que ver hasta qué punto no se utilizan como pretexto para no tomar una decisión inminente.
Dependiendo de la edad y de la personalidad del niño, una separación puede ser traumática, pero lo fundamental es que los hijos entiendan que la relación entre ellos y los padres son lazos eternos.
Los niños sienten todo lo que sucede a su alrededor y crecen en un ambiente donde la infelicidad y las peleas imperan pueden reflejar negativamente en su desarrollo, por lo que tenga siempre en mente que los niños un día crecer y de la misma manera que los padres quieren verlos hijos felices, hijos desean la felicidad de los padres por encima de todo.
2 - Dependencia financiera
Al casarse, muchas mujeres se abren de la vida profesional para dedicarse con mayor ahínco a la casa, al marido y principalmente a los hijos. Conciliar tantas responsabilidades no es fácil, lo que lleva a las mujeres a cuidar exclusivamente de la administración de la casa y el hombre pasa a actuar como el proveedor, así como antiguamente.
El conflicto comienza a ocurrir cuando la mujer no se ve satisfecha con su relación y por estar fuera del mercado de trabajo desde hace mucho tiempo, no tiene como sostener ni mantener el mismo patrón de vida para sí y para los hijos. Es cuando se ve totalmente dependiente del marido y obligada a resignarse.
En este caso, es importante evaluar si esta zona de confort es tan confortable, así como para dejar de lado un futuro mejor, independiente y feliz.
3 - Comodismo
La comodidad es uno de los principales motivos para mantenerse en una mala relación. La persona se acostumbra a la situación en que se encuentra, cree que no vale la pena tomar ninguna actitud y desiste de hacer cualquier cosa para mejorar la relación, pues cree que nada funciona.
La realidad es que acostumbrarse fuera de una mala relación, la mayoría de las veces, es mucho más fácil y placentero que acostumbrarse dentro de él. Puede incluso tomar un tiempo, pero experimentar la experiencia de una separación después de una relación sin éxito puede tener un saldo positivo y fundamental para que la persona evolucione como ser humano.
4 - Esperanza de cambio
Un día usted fue a dormir con un príncipe y el otro día ya no estaba allí. Hay mujeres que pasan años esperando que ese príncipe vuelva, si es que algún día haya existido en otro lugar más allá de su propia imaginación.
La constatación de que aquel hombre maravilloso sólo era visto por los ojos de una pasión que ya no existe más puede ser duro, pero admitir que hizo una elección equivocada puede ser más fácil y satisfactorio que permanecer en una relación donde ninguna de las partes tiene nada de bueno a ofrecer al otro. Todos saben que terminar una relación no es fácil, pero cuanto antes usted reconoce lo que está pasando y tomar el control, menor será el sufrimiento.
5 - Culpa
Muchas mujeres llaman para sí la responsabilidad del desgaste del noviazgo o del matrimonio y se cuestionan innumerables veces para descubrir dónde se errar, en qué momento dejaron la llama borrar, por qué motivo aquel hombre tan apasionado ya no la mira como antes. Como difícilmente encuentran una respuesta plausible para tales cuestiones, se sienten culpables y persisten en la relación.
No hay como encontrar la culpa por el fin natural de una relación. De la misma manera que se construye a dos, puede ser deconstruido por las dos partes, sin que ninguno de los dos haya deseado o pensado en ello. Los cambios forman parte del ciclo natural de la vida, conformarse con el sufrimiento no. En vez de sufrir con culpa, que tal encarar la realidad y enfrentar el problema para que más tarde no sienta culpa por haber perdido un tiempo muy grande de la vida siendo infeliz?
6 - Miedo de quedarse sola
Nadie entra en una relación contando que un día él acabará, pero todos trabajan, salen, crean círculos de relación del cual el compañero no forma parte, lo que hace que nadie quede libre de encontrar una nueva pasión.
Muchas mujeres miran la separación como un paso hacia un futuro solitario, pero aceptar proseguir en una relación sin amor y, a veces incluso con traición puede ser más aterrador que recomenzar de cero. Y es ahí donde vive el desafío: aceptar que cada persona tiene su propia vida y la responsabilidad de ser feliz. En ciertas situaciones, quedarse sola durante un tiempo puede ser la mejor de las compañías, capaz de hacerle entender que todo lo que fue vivido y compartido fue hermoso, pero no hay más y que usted necesita tener sus propios sueños, un camino sólo suyo para seguir con sus propias piernas y, principalmente, a encontrar su objetivo de vida, que sea cual sea, tiene que tener felicidad.
7 - Baja autoestima
"¿Quién va a interesarse por una mujer separada?", "Ya no sé relacionarme con otro hombre", "Sólo yo no consigo", "Si enamorarse a esa altura del campeonato es ridículo". Estos son sólo algunos de los miedos que hacen a las mujeres insistir en estar atadas a una relación infeliz. La baja autoestima nunca fue buena compañía, por eso es indispensable recordar que un día la mujer que hoy no se ve ya ha sido independiente, apasionante y de bien con la vida. Para recordarlo, vale todo: encuentre a aquellos viejos amigos con los que perdió el contacto porque no le gustaba, vuelva a hacer las cosas que hacía antes del matrimonio, desarrolle la autoestima, no quede parada, haga nuevos amigos, entre en la academia , programe un viaje. Si es el caso, busque a un psicoterapeuta para trabajar la cuestión de la inseguridad.
Socialice y perciba que la mejor compañía para usted y para cualquier persona es alguien que se ama y se valora.
Vivir haciendo de todo para ver al otro feliz es grande, pero sola o acompañada, coloque su felicidad siempre en la cima de la lista. En el fondo, en el fondo, estar bien resuelta contigo es lo que te habilita a entrar y permanecer bien en cualquier tipo de relación.