Si una buena noche de sueño recarga las energías y hace toda la diferencia al día siguiente, tener comodidad en la hora del descanso es esencial. Por eso, además de no descuidar a la hora de la compra del colchón, también es muy importante saber cómo elegir la almohada correcta.

Cuando la almohada no es adecuada para su cuerpo y sus hábitos nocturnos, algunos síntomas como dolores en el cuerpo y esa sensación de haber dormido mal pueden surgir a lo largo del tiempo.

A la hora de hacer la compra, las diversas opciones pueden incluso generar confusión en la cabeza del consumidor, pero algunos consejos para comprar almohada pueden facilitar la elección.

Y a pesar de ser primordial, no es sólo el confort que cuenta en esa hora. No se olvide de tener en cuenta todos los aspectos que pueden influir en la salud de su columna.

Analice el material de que se hace la almohada, la altura de él y considere también si se adapta a sus necesidades y sus hábitos.

En general, la almohada debe tener una densidad suficiente para que la cabeza no se hunde. También compruebe si es ideal para la posición en la que duerme, manteniendo la cabeza y la columna alineadas.

Para quien está acostumbrado a dormir de lado, la almohada correcta debe ser más alta y llenar el vano que queda entre la cabeza y los hombros, ya para quien duerme de barriga hacia arriba, la almohada debe ser más baja, pero sin caer cabeza hacia atrás.

Obtenga más información sobre diferentes tipos de almohadas y cuáles son los pros y los contras de cada modelo.

Almohada de espuma

Disponible en varios formatos, la almohada de espuma es muy suave, pero necesita ser lo suficientemente denso para mantener la cabeza a la altura correcta y puede ser más fina a lo largo del tiempo. Puede causar alergias y no debe lavarse.

Almohada de plumas

Es muy suave y ligero, sin embargo, las plumas pueden acumularse fácilmente en uno de los lados, causando un hundimiento que puede generar malestar muscular y en el futuro causar problemas en la columna. Para evitar esto, hay que aflojar la almohada de plumas todos los días.

Almohada de pluma de ganso

La pluma de ganso deja la almohada suave y no permite que se quede deformado. Sin embargo, la almohada de pluma de ganso debe ser usada con precaución por quien sufre algún tipo de alergia respiratoria. Actualmente, este tipo de almohada ya está hecho con plumas esterilizadas, pero eso no es garantía de que los agentes causantes de alergias no puedan desencadenar crisis o intensificar los síntomas.

Almohada de algodón

Es el tipo de almohada más indicado para ser usado en el verano o por quien vive en regiones de clima más caliente, pues el material no se calienta. La almohada de algodón también es óptima para quienes sufren de alergias porque no suelta pelusa.

Almohadilla de látex

Toman más tiempo para hundirse con el peso de la cabeza, pero en compensación, ayudan a mantener el cuerpo en la posición correcta a la hora de dormir. La almohada de látex es ideal para los alérgicos y puede lavarse a mano.

Almohada de viscoelástico

Hecho con material utilizado por los astronautas, la almohada de viscoelástico es uno de los más indicados por los ortopedistas porque es cómodo y no deforma nunca.