No faltan en el mercado sugerencia de productos que auxilian en la pérdida de peso. Los anuncios en revistas, sitios, todo es válido para llevar al gran público a tratar de perder el peso no deseado. Los famosos tés, medicaciones y dietas, que ofrecen la magia del adelgazamiento, sin tener un seguimiento adecuado y indicado. Por otro lado, vemos la estadística acerca de la obesidad creciendo a niveles alarmantes, pero la falta de información, o muchas veces la esperanza de perder peso rápido acaban siendo el gatillo para intentar adelgazarse.
Cuando hacemos dietas por cuenta propia, sin orientación nutricional, acabamos por intentar un camino más corto, pero pasando algunos días o meses, acabamos recuperando nuevamente el peso perdido.
Además de ese efecto sanfona que causa desánimo, el peligro está en desarrollar un cuadro de obesidad mayor, o incluso trastornos alimentarios, como bulimia, anorexia y compulsión.
Es fundamental la decisión de iniciar la reeducación alimentaria, pues regímenes y dietas son contraproducentes, o sea, pueden tener efectos contrarios a los deseados. Entonces, hazlo desde el principio. Tenga en sus manos el control de su ingesta alimentaria, pues comer es para nutrir, y no para llenar un vacío o un proceso de ansiedad frente a otras situaciones a que pueda estar expuesto diariamente. Por lo tanto, lo ideal es trazar metas realistas, para que la frustración no sea obstáculo frente a su determinación de vencer. El adelgazamiento poco a poco es la mejor forma de mantener el peso delgado, recordando que "dietas" o "regímenes" restrictivos llevan la compulsión, retrasando su objetivo inicial que es la pérdida de peso.
Cuando los intentos son seguidos de fracasos, acabamos desestimulando, con la autoestima perjudicada, haciendo un ciclo vicioso. La pérdida de peso sólo es efectiva cuando nos disponemos a buscar la salud y el bienestar. Este camino sólo es posible, cuando es amparado de un equipo de profesionales, que tiene el conocimiento necesario para auxiliar en ese proceso.
La reeducación emocional y alimentaria es el camino del éxito para cualquier proceso de pérdida de peso, pues el objetivo es aprender a comer de forma adecuada, sólo por hambre, y sentirse ligero y tranquilo con las elecciones alimentarias.