Poca gente da importancia, pero es esencial hacer una evaluación física antes de iniciar la práctica de cualquier actividad física. Cada organismo reacciona de una manera diferente a los ejercicios, así como el proceso de adaptación al ritmo de las actividades físicas y el alcance del resultado final varía entre las personas. De ahí la importancia de la evaluación física, aunque su pretensión sea hacer ejercicios en casa o simples caminatas por las calles del barrio.

¿Para qué sirve la evaluación física?

La evaluación física es fundamental no sólo para evaluar la aptitud física relacionada con la salud y el desempeño deportivo, así como para verificar su evolución y los resultados de los ejercicios. Esta evaluación consiste esencialmente en pruebas y exámenes médicos, que deben ser hechos por especialistas y sirven para diagnosticar el estado actual de condicionamiento físico tanto muscular, como cardiorrespiratorio y analizar el porcentaje de grasa, además de otras evaluaciones como la postural.

Al contrario de lo que muchos piensan, la edad no es un factor primordial y determinante de las limitaciones a los esfuerzos físicos, ya que una persona anciana y activa puede tener un mejor condicionamiento que una persona joven, pero sedentaria.

Básicamente, las variaciones y limitaciones se atribuyen al estado de salud, a los hábitos de vida y, sobre todo, a las experiencias anteriores en cuanto a la práctica de ejercicios físicos y consecuentemente, a los niveles de aptitud física de cada persona.

Un programa de ejercicios eficaz es aquel que combina adecuadamente frecuencia, duración e intensidad de los esfuerzos físicos, de acuerdo con las condiciones y necesidades de cada uno diagnosticadas en la evaluación física.

Ejercicios practicados de manera coherente disminuyen la probabilidad de que ocurran accidentes, reducen el riesgo de precipitación de accidentes cardiovasculares, lesiones ortopédicas, así como evitan desgastes indebidos, que pueden provocar fatiga excesiva, tanto psicológica y física. Una de las principales causas de desistencias en las etapas iniciales de los programas de actividades físicas es la incomodidad provocada por ciertos ejercicios que en ese momento no son los más indicados para las condiciones y necesidades presentadas por quien está practicando.