En la tercera edad , seguir una alimentación correcta es esencial para mantener la buena salud y evitar el surgimiento de enfermedades que son muy comunes en esta fase de la vida. Los ancianos deben hacer un cambio en los hábitos alimentarios, controlando siempre el consumo de ciertos alimentos y complementando con otros que puedan satisfacer las necesidades del cuerpo, proporcionando proteínas, carbohidratos, lípidos, vitaminas y minerales. La mala nutrición de los ancianos puede ser el resultado de múltiples factores como: dificultad para tragar alimentos sólidos, pérdida o disminución de la visión, olfato y paladar, falta de dientes o prótesis viejas y mal ajustadas, problemas como la depresión, soledad, falta de voluntad de cocinar, pérdida de apetito debido al uso de muchas medicaciones e incluso condiciones económicas reducidas.Además, la mayoría de los ancianos son más obesos, pues ya no poseen esa energía antes de practicar actividades físicas o incluso hacer una simple caminata, por lo que la necesidad energética del organismo acaba reduciendo y el cuerpo ganando más grasa.
Estos factores terminan interfiriendo de cierta forma en el día a día de las personas de más edad y pueden causar problemas de salud más serios en algunos casos. Por lo tanto, para mantener la salud al día en esta fase de la vida, es esencial hacer una alimentación correcta y completa, siempre equilibrando el consumo e ingeriendo diariamente los alimentos recomendados.
Las comidas deben ser más saludables, con alimentos de poco volumen y calorías concentradas. Además, la alimentación en la tercera edad
debe estar compuesta de alimentos ricos en vitaminas, proteínas y minerales. Para evitar el aumento de grasa corporal que puede ocasionar problemas de salud, es necesario seguir una dieta controlada y evitar el consumo exagerado de alimentos grasos y muy calóricos.
Debido a la dificultad de masticación y digestión de los alimentos a esta edad, se recomienda que los platos se preparan en versiones fáciles para masticar, tragar y digerir. Es importante resaltar que, con la disminución de algunas capacidades sensoriales, con el tiempo el anciano tiende a consumir una cantidad excesiva de alimentos muy dulces o salados, lo que puede contribuir a la hipertensión.
La disminución del olfato y la visión también contribuyen a que el anciano prefiera comidas más fuertes o en casos más extremos puede causar la pérdida del apetito. Para evitar la desnutrición y los problemas de salud, vea algunos consejos sobre cómo debe ser la alimentación correcta en la tercera edad . Consejos para comer bien en la tercera edad
Para tener una alimentación sana, es fundamental que el anciano tenga una dieta equilibrada en proteínas, carbohidratos y grasas. Las vitaminas y minerales también son importantes, pues actúan como antioxidantes, regulan las funciones del organismo y previenen el surgimiento de enfermedades.
Los platos deben ser sanos y bastante nutritivos y sabrosos. Ellos deben ser ricos en verduras, verduras, cereales, semillas de linaza, proteínas y reguladores ricos en fibra. Las grasas sanas pueden ser consumidas a través de la castaña del pará, las almendras, el aguacate y el aceite de oliva. Las grasas saturadas como las frituras y los dulces, deben evitarse al máximo. Las frutas también son muy importantes y traen diversos beneficios para la salud en la tercera edad , como el óptimo funcionamiento del intestinoLos ancianos no sienten mucha sed, pero la hidratación del cuerpo también es fundamental para mantenerlos siempre más activos y con los órganos en buen funcionamiento. Lo ideal es consumir de seis a ocho vasos de agua al día. Algunas alternativas son los jugos naturales de frutas o de soja sin azúcar y diversas variedades de té de hierbas. La leche tampoco debe quedar fuera del menú, pero en las versiones desnatada y de soja, pues tienen poca cantidad de grasa.