"Antibiótico", según el diccionario, es como se llama un cuerpo que impide el desarrollo o la multiplicación de ciertos microbios. Este cuerpo puede ser de diversas procedencias (desde extractos de cultivos bacterianos o fúngicos a sustancias sintéticas, desarrolladas en laboratorio).
En la medicina, los medicamentos antibióticos se utilizan para combatir la mayor parte de las bacterias nocivas a la salud. Ellos actúan a través del combate y destrucción de eventuales organismos parásitos - bacterias extrañas - sin, sin embargo, destruir las células del cuerpo humano.
Diferentes tipos de antibióticos actúan de diferentes maneras sobre las bacterias; los antibióticos bactericidas las matan directamente, mientras que los antibióticos bacteriostáticos bloquean o inhibe su capacidad de crecimiento y reproducción.
El sistema inmunológico humano está compuesto por células naturales del organismo, que son responsables de combatir cuerpos extraños que puedan penetrar en él.
Es posible que, en infecciones bacterianas muy fuertes, ese sistema venga a ser vencido por los parásitos.
El medicamento antibiótico potencia las defensas del organismo, disminuyendo la acción de las bacterias y permitiendo así que el sistema inmunológico recupere y pueda volver a combatir la enfermedad por sí sola.
¿Qué es la resistencia a los antibióticos y por qué ocurre?
La resistencia al antibiótico es la capacidad que una determinada bacteria desarrolla para no sufrir los efectos causados por el medicamento. Esto sucede porque algunas bacterias pueden pasar por un proceso de mutación. Cuando tomamos un antibiótico, mata a las bacterias sensibles a su acción, pero las bacterias mutantes resistentes a él pueden sobrevivir y multiplicarse, haciendo el antibiótico ineficaz en el tratamiento del problema a que se destina. Por eso el uso de antibióticos debe ser hecho con parsimonia, siempre a través de recomendación y acompañamiento médico.
¿Por qué debo preocuparme por la resistencia a los antibióticos?
Los antibióticos son la principal forma de tratar la mayoría de las enfermedades causadas por las bacterias. Entre las diversas enfermedades tratadas a través de antibióticos están la cólera, la tuberculosis, la meningitis menigitis y la neumonía. Si las bacterias se vuelven resistentes a estos medicamentos en un individuo, éste puede transmitirlas a los miembros más cercanos de la familia, por ejemplo, haciéndolos vulnerables a la acción de la enfermedad y sin posibilidad de tratamiento eficaz.
Cómo evitar las infecciones de bacterias resistentes?
Debemos evitar el consumo de cualquier tipo de medicamento sin orientación de especialista. Con los antibióticos no es diferente y cualquier tipo de automedicación está contraindicado. Siguiendo los consejos de los profesionales de la salud y sometiendo al paciente al tratamiento recomendado (no interrumpiendo antes del tiempo estipulado y no tomando dosis innecesarias), es posible evitar que los agentes causantes de la enfermedad desarrollen resistencia al medicamento.