Creada en la India hace más de cinco mil años, la yoga mezcla las disciplinas físicas y mentales. Con innumerables beneficios para el cuerpo, la práctica gana cada vez más adeptos, entre famosos y anónimos y está presente actualmente en innumerables gimnasios esparcidos por Brasil. Su éxito se debe al hecho de la unión de una filosofía propia y de una gimnasia singular, que hace que sus practicantes cuidan del cuerpo y de la mente de forma eficaz. Integrante de este mundo zen, el profesor de yoga del Centro de Bienestar Levitas, Stefan Buger exalta el uso de la modalidad como forma de mantener la buena forma física y mental. "Tan importante como trabajar el cuerpo, es cuidar de nuestro cerebro, sólo así, es posible estar bien por entero", explica. Según él, los

ejercicios

contribuyen directamente en la obtención de la calidad de vida. Esto porque, el objetivo principal de la yoga es hacer que el practicante obtenga conciencia de su cuerpo. "Trabajamos para que esa sabiduría y beneficios sean transferidos para el día a día, proporcionando bienestar", cuenta Buger. Y el cuerpo agradece. Flexibilidad, fuerza y ​​tonificación muscular son los principales cambios proporcionados a través de la práctica del yoga. , la resistencia a los dolores aumenta significativamente. Además, los ejercicios enseñan a sus practicantes a respirar de la manera correcta, usando toda la capacidad de los pulmones, lo que ayuda en el control del sistema sanguíneo y nervioso, disminuyendo la ansiedad y proporcionando relajación

y concentración Y el que opta por esa actividad todavía disminuye el colesterol, la presión arterial y mejora la circulación cardiovascular lo que puede llevar hasta la reversión del espesamiento de las arterias. La yoga se libera para cualquier persona, pues no hay limitaciones. "Habiendo una gestación o problemas de salud, como la presión alta, la práctica debe adaptarse para la ejecución de un trabajo más suave. En el caso del embarazo, después de los tres primeros meses ", resalta Buger. Después de ese período, siempre que la gestante tenga liberación médica, la práctica es recomendada, pues proporciona movilidad a la madre. Y los ancianos también pueden embarcar en ella, si están con "si la practicante siente dificultades en la realización de alguna posición, el profesor puede alterarla sin ningún problema o disminución de la eficacia de la práctica o alteración de resultados", dice el profesor. Lo importante es, sólo, trabajar cuerpo y la mente, no importa la edad.