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Contracciones insoportable, sangrado sin fin, episiotomía obligatoria, sufrimiento para el bebé ... Los relatos sobre el parto normal son tan espeluznantes que muchas mujeres entran en pánico cuando se imaginan esa posibilidad.

¿Pero las cosas son tan terribles? Bueno, es cierto que algunas veces pueden ser bastante mal. Pero, es muy probable que la humanidad no existiera hasta hoy si el parto normal era tan imposible, ¿no es así?

Cuando la gestación es sana y no hay factores impeditivos (como la posición del bebé o algunas complicaciones con el cordón umbilical), el parto normal es la mejor opción para la madre y el niño. Si usted tiene miedo, consulte algunas experiencias que las mujeres que ya trajeron hijos al mundo por el canal vaginal quisieran dividir:

1. Tal vez usted no se da cuenta de las primeras contracciones

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Si usted busca en Internet sobre cómo son las contracciones del parto, usted encontrará relatos que varían desde algo parecido a un cólico menstrual leve hasta la sensación de que su cuerpo será dividido por la mitad.

Sin embargo, las gestantes pasan por tantos tipos de sensaciones (compresión de la vejiga, gases atrapados, bebé moviéndose ...) que las primeras contracciones pueden pasar desapercibidas. Y eso es una buena noticia: si usted no está seguro de que son contracciones, entonces son soportadas - al menos al comienzo del trabajo de parto.

2. Lo que realmente significa "18 horas de trabajo de parto"

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Algunas gestantes se asustan cuando leen relatos de madres que pasaron por 12, 18, 22 horas en trabajo de parto, imaginándose que ellas se quedaron todo ese tiempo acostado en una camilla haciendo fuerza para que el bebé salga.

En realidad, lo que sucede es que la mayoría de las madres cuentan el tiempo de trabajo de parto desde la primera contracción hasta el momento en que el bebé nace. Sin embargo, eso no significa que se sintieron dolores o se quedaron haciendo fuerza todo el tiempo. Incluso las contracciones pueden ser espaciadas por un intervalo de horas en las primeras etapas del trabajo de parto.

3. Usted puede tener un parto normal incluso teniendo miedo de la sangre

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¿Usted no puede ni ver un simple corte en el dedo porque usted desmaya al menor signo de sangre? Entonces sepa que eso no es un impedimento para el parto normal si esta es su voluntad.

Es posible dar a luz sin tener que necesariamente estar mirando hacia lo que está sucediendo en la salida de su canal vaginal - aún más si usted optar por el parto con anestesia. Parto normal no es sinónimo de escenario de película de terror.

4. La recuperación requiere cuidados, pero vale la pena

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Después de dar a luz por parto normal, usted puede sentir bastante cansancio y dolores en el cuerpo, principalmente en el periné. A pesar de que no ha sufrido fisuras, esa zona puede ser sensible debido a la presión de la cabeza del bebé, causando ardor a la hora de hacer pis.

Afortunadamente, existen formas de aliviar esas molestias, como hacer compresas heladas y tirar un vaso de agua sobre la vulva a la hora de orinar - lo que diluye la orina y disminuye la ardor en la región. A pesar de ello, la recuperación del parto normal es más rápida y requiere menos tiempo de internamiento hospitalario que la cesárea, de modo que la madre y el bebé pueden ir a casa más temprano. Todavía, hay menos riesgos de infección y hemorragia, y el útero vuelve a su tamaño original más rápidamente.

5. Ninguna experiencia es igual a la otra

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Su amiga pasó por 20 horas de trabajo de parto, sintió dolores terribles y acabó teniendo que hacer una cesárea porque no tuvo suficiente dilatación. Su prima casi dio a luz en el coche porque prácticamente no tuvo contracciones y ni siquiera percibió que el bebé estaba para nacer.

Pues es, ninguna experiencia es igual a la otra, pues cada mujer y cada bebé tienen organismos diferentes y momentos diferentes. Por eso, no vale la pena quedarse asustada con historias de partos difíciles - así como usted no debe sentirse inferior o culpable si las cosas no salen conforme usted planeaba.

Lo más importante en este momento es confiar en su naturaleza (su cuerpo sabe lo que está haciendo!) Y optar exclusivamente por lo que es mejor para usted y para su bebé. Ustedes son una pareja única, diferente de todas las demás, y eso debe ser respetado.