Cuando el asunto es dinero, usted pide a los niños salir de la sala? Si su respuesta es sí, es hora de revisar sus conceptos. La educación financiera es esencial para el desarrollo personal de los pequeños. Y, el tema, abordado en algunas escuelas, debe comenzar a hacer partes de las conversaciones en casa también.

La pedagoga Amanda Castanheira muestra algunas maneras de enseñar a su hijo a lidiar con el dinero y, especialmente, a enfrentar problemas financieros.

Principios básicos

En la escuela, las nociones matemáticas comienzan a ser pasadas alrededor de los seis años de edad y esta es una de las mejores épocas hacer para comenzar el aprendizaje. En casa el cofín puede ayudar. "Él enseña al niño a ahorrar dinero para un objetivo firmado ya ejercitar la moderación financiera", resalta Amanda.

Otra herramienta muy utilizada por los padres es la mesada. La actitud da libertad al niño, para que ella decida sola cómo utilizar la cantidad, además de administrar el valor ganado. La edad ideal para empezar a dar mesada es a partir de los ocho años, pues los pequeños ya saben hacer cálculos mentales y comprender las operaciones matemáticas.

"Estas habilidades permiten la utilización adecuada del dinero", cuenta la psicóloga. La cantidad variará de acuerdo con el presupuesto familiar y sólo se ofrecerá si los padres tienen condiciones para ello. Nada de pasar apretón, ¿verdad?

Tire sus dudas

  • Remunerar o no su hijo por alguna actividad cumplida dependerá del trato que hagan. Pero trate de variar. "Lo recompense con algo diferente como un paseo al cine, una tarde de picnic o algo que le guste", enseña Amanda. Cuando involucra dinero, use el sentido común y no sobrepase los límites de su presupuesto.
  • En el caso de que la familia se enfrenta a dificultades financieras, guárdela y controlándola para no consumir excesivamente. "El niño debe estar involucrado en ese cambio de rutina", explica.
  • A la hora de dar regalos fuera de temporada tenga cuidado para no estimular el consumismo en el niño. Controla esto conversando con el pequeño. Aléjalo de que todo tiene su tiempo y valor.
  • El deseo e insistencia del niño por tener objetos que están fuera del presupuesto de la familia son comunes y se hace evidente en la infancia. Para solucionar el problema, establezca fechas específicas para la adquisición de estos elementos. "Cuando la práctica es rutina de la familia, regalar esporádicamente, sin comprometimiento, enriquece las relaciones y contribuye a la educación financiera", finaliza la psicóloga.