Quien ya no tuvo una voluntad inexplicable de comer algo sólo por gula, que dispara la primera piedra. Usada para disminuir nuestra ansiedad, cuidar de nuestra TPM, de la pelea del novio o de la presión en el trabajo, la comida es una solución rápida y nada sana para lidiar con los problemas. Antes de cualquier cosa, necesitamos entender lo que es la compulsión y cómo funciona. Normalmente aparece cuando algo está mal (dificultad para relacionarse con los padres, pérdidas, separaciones, etc) y un enorme vacío se instala dentro de nosotros. Como esa sensación de vacío es muy mala, nuestro inconsciente acaba encontrando una forma de aliviar nuestro dolor, ya sea a través de la comida, la bebida, el sexo, las compras, las drogas, etc. El problema es que el vacío persiste y exige cada vez más, es decir, la persona termina volviéndose compulsiva en un intento de "cubrir" ese "agujero emocional".
Desafortunadamente como es una cuestión emocional la única solución es descubrir la causa y hacer frente a lo que muchas veces puede ser muy difícil y doloroso, lo que hace que comer una caja de bombones en el desayuno una tarea más agradable. ¿Pero por qué la elección de la comida? Nuestra primera experiencia de cariño es durante la lactancia. Además del lecho materno saciar nuestro hambre, en el cuello materno tenemos la sensación de confort y seguridad. Es decir, desde el nacimiento aprendemos a asociar la comida con el "aconchego". Entonces, qué hacer para combatir la
compulsión alimentaria
?
Normalmente el compulsivo es un poco ansioso y desea soluciones rápidas, después de todo existe aquel "doloroso vacío", lo que le hace buscar dietas milagrosas, remedios y hasta la cirugía de reducción de estómago.
No soy nutricionista y no pretendo meterme en otra área, pero todos sabemos que milagros no existen. Incluso la cirugía de reducción de estómago sin acompañamiento nutricional y psicológico puede ser un desastre. Atendí hace algunos años una mujer obesa que después de la cirugía no había conseguido perder el peso deseado, pues como su hambre era incontrolable ella comía por día dos docenas de plátanos amasados con leche condensada. La crema pastosa que se formaba facilitaba la ingestión, ya que el estómago estaba reducido y había mayor dificultad para alimentarse.Las historias no innumerables. Por lo tanto, no sirve de intentar soluciones rápidas para la obesidad sin un tratamiento para la compulsión alimentaria, pues mientras exista el vacío habrá la compulsión. Un buen ejemplo son personas que paran de fumar y engorda, es decir, intercambian la compulsión del cigarrillo por la comida. Cualquiera que sea la compulsión (comida, alcohol, juegos, etc) merece la atención y el tratamiento.
Por más difícil que sea su problema y por más doloroso que sea
enfrentar la compulsión alimentaria
, nada es más gratificante que cuidar y sanar las heridas del pasado y así poder seguir adelante, sin vacío, sin tristeza y sin culpa.
Piense en eso, la elección de ser feliz está en sus manos.