Pérdida de memoria, agresividad y dificultades de habla y locomoción. Estos son los principales síntomas del mal de Alzheimer, una enfermedad degenerativa del cerebro que, de acuerdo con la Asociación Brasileña de Alzheimer, alcanza 5 de cada 100 ancianos con más de 70 años.

Las mujeres lideran las estadísticas de la enfermedad, aunque no hay evidencia científica para ello. Uno de los motivos sería el hecho de que ellas viven más tiempo que los hombres, por lo que se vuelven más sujetas al Alzheimer.

La enfermedad puede ser confundida principalmente con la depresión o incluso con otros tipos de demencia que pueden presentar algunos síntomas similares al del Alzheimer. Como no hay un examen específico para detectar el problema, en general su diagnóstico es realizado por eliminación. El mal de Alzheimer aún no tiene cura y sus síntomas, que se van cada vez más severos, afectan no sólo al paciente sino a todos los que lo acompañan.

¿Qué causa el Alzheimer?

Durante el proceso de envejecimiento natural del organismo, sustancias conocidas como proteínas tau y beta-amiloide se van depositando y obstaculizando la función de las neuronas hasta destruirlos. En la enfermedad de Alzheimer, aún no se sabe por qué estas sustancias se depositan de forma descontrolada ya una velocidad mucho mayor. La enfermedad puede incluso ser hereditaria. Si hay algún caso de Alzheimer en la familia, las posibilidades de que usted lo desarrolle son más grandes.

Evolución de la enfermedad

En todos los casos, la enfermedad pasa por tres etapas: leve, moderado y grave. Generalmente la primera región del cerebro afectada por la enfermedad es el hipocampo, responsable de la memoria. Por eso, el olvido frecuente es uno de los síntomas del Alzheimer más evidentes. El Alzheimer evoluciona progresivamente, afectando otras áreas del cerebro ya medida que la enfermedad avanza, el paciente no sólo tiene fallas en la memoria como pasa a presentar períodos de inquietud, agresividad y siente dificultad para realizar tareas simples como vestir y comer. En un estadio más avanzado, el paciente de Alzheimer muchas veces tiene dificultades de habla y locomoción, no reconoce a nadie y se vuelve totalmente dependiente.

La velocidad del desarrollo de la enfermedad es variable. Mientras que para algunos pacientes es más rápida y tarda aproximadamente dos años para pasar de la fase leve a grave, para otros esa transición puede ser más lenta y ocurrir en 10 años.

Cuando se diagnostique la enfermedad, es necesario iniciar el tratamiento del Alzheimer con medicamentos para que la progresión de la enfermedad sea más lenta. Además de los cuidados médicos, es esencial que la persona también reciba mucho cariño y acompañamiento de la familia.

¿Cómo prevenir el Alzheimer?

No hay prevención para el mal de Alzheimer, pero la mejor manera de evitar que los síntomas lleguen hasta usted es mantener el cerebro activo. Tenga interés en nuevos temas, ejercite el cerebro leyendo libros y revistas, haga crucigramas, aprenda a jugar al ajedrez o cartas. Otra sugerencia es incluir en la dieta alimentos ricos en omega-3, como sardinas, salmón, aceite de oliva, aceite de canola, nueces, uva y brócoli.