La lipoaspiración está entre las cirugías plásticas más realizadas en Brasil. Sin embargo, una novedad en esta área, ya disponible en el país, promete tener éxito y también entrar en la disputa del ranking al lado de la cirugía de prótesis de silicona. Se trata de la lipoaspiración láser, mucho menos traumática y tan eficaz como la liposucción tradicional.

Al contrario del método convencional, en el que el cirujano usa una cánula (especie de aguja gruesa que se introduce bajo la piel) para destruir y aspirar la grasa con cierta agresividad, en la liposucción láser el equipo está regulado para eliminar solamente las células de grasa y no dañar los vasos y los tejidos vecinos.

Las ondas del láser explotan las células de grasa, estas liberan su contenido aceitoso que es aspirado por la cánula ligada a un equipo de succión.

La pérdida de fluidos como la sangre y las sales minerales es mucho menor si se compara con la liposucción tradicional, lo que disminuye los riesgos para el paciente. Otra ventaja de la liposucción hecha con láser es la recuperación más rápida. La mayoría siente poco dolor, tiene menos inflamación y menos hinchazón y ya puede retomar su rutina, incluso volver al trabajo en pocos días.

¿Quién puede hacer la liposucción láser?

Presentar grasa localizada no es el único requisito para solicitar el procedimiento. La evaluación médica es indispensable para verificar si la cirugía es realmente necesaria.

Vale recordar que la liposucción no es una técnica de adelgazamiento, sólo sirve para extraer la grasa localizada que no se puede eliminar con régimen y actividad física de partes específicas del cuerpo como abdomen, culote, flancos, cuello y dorso.

Por lo tanto, el ideal para quien está sobrepeso es eliminar los kilos extras con actividades físicas y dieta antes de encarar una liposucción. Además, por tratarse de una cirugía, sólo pueden hacerla personas con buen estado de salud, ya que todo procedimiento quirúrgico presenta riesgos.