Con el sol cada vez más caliente, es muy común que se le recuerde en todo momento de cuán importante es usar el filtro solar en la cara y el cuerpo para protegerse de los daños causados ​​por los rayos solares.

Lo que poca gente sabe es que esta rutina del protector solar es vital hasta para quien no queda tan expuesta al sol, ya que luces artificiales (conocidas como luz visible) también dañan su piel, ya que alteran el ADN de la piel (como el de la piel) el sol hace, provocando manchas y acelerando el envejecimiento). Moral de la historia: incluso si usted va de casa a la oficina y apenas toma el sol en el camino, su piel también sufre.

Luz natural X artificial

El efecto de las luces visibles no es tan alarmante como la del sol (alrededor del 67% de los radicales libres de nuestra piel son generados por los rayos ultravioleta del sol, el 33% son generados por las luces artificiales), pero también son responsables del envejecimiento precoz y la aparición de manchas, ya que alteran la pigmentación de la piel.

Estar expuesto a la luz artificial durante 8 horas equivale a aproximadamente un minuto y 20 segundos de exposición solar en un día de verano. Por eso, los efectos no son tan desesperados como los causados ​​por los rayos solares, pero eso no quiere decir que usted pueda evitar los cuidados preventivos. Pieles más blancas y sensibles son las que más sufren.

¿Cualquier lámpara hace mal?

Las lámparas que calientan, como las dicroicas, muy usadas en casa por ser más baratas, emiten rayos que son bastante nocivos a la piel. Las lámparas fluorescentes son menos agresivas y sólo representan una parte mínima de peligro, sin embargo, nuestra piel no está 100% inmune a ella, lo que le obliga a no descuidar el protector.

Y no olvide: además de las lámparas de techo, las luces de las heladeras, de las luminarias de mesa, de los reflectores de un consultorio odontológico y del ordenador, todas estas pueden dañar su piel, en menor o mayor grado, eso depende del período de exposición y se quedan muy cerca de la cara.

El factor desconocido

Como la preocupación general es con el sol, hay poca información acerca de los daños causados ​​por las luces artificiales, es decir, la mayoría de los filtros disponibles en el mercado sólo bloquean los rayos solares y no ofrecen la debida protección contra la luz emitida por las lámparas. El más indicado, en este caso, es asociar el filtro solar al uso de bases con FPS por encima de 30, pues ellas garantizan una barrera física contra la luminosidad, manteniendo la radiación lejos de su piel. De esta manera, usted evita desarrollar melasmas.

Bronceado artificial

Esta es la peor de todas las luces artificiales, incluso la radiación de las lámparas puede ser más nociva a la piel que la exposición al sol. Recurrir al bronceado artificial no le libera de sufrir problemas como cáncer de piel, manchas, envejecimiento y hasta quemaduras graves. Peor aún: hasta aumenta y acelera esos riesgos.

Cómo elegir el protector contra la luz visible

El único tipo de producto que bloquea el efecto de la luz visible en la piel son los filtros físicos, que reflejan y dispersan la energía de la luz, construyendo una barrera física a las radiaciones solares.

En ese caso, usted puede optar por una base o por ese filtro más grueso (que deja blanco), que tiene partículas de cinc y funciona como una película protectora, impidiendo la radiación de sobrepasar la piel. Pero recuerde: su médico dermatólogo puede ayudarle en esa elección, trayendo más seguridad.

Su rutina de cuidados

Para quien trabaja en ambientes cerrados y no transpira tanto a lo largo del día, lo ideal es pasar el filtro solar dos veces al día: por la mañana y después del almuerzo. Esto tanto en la cara como en los brazos, manos y otras áreas que quedan expuestas, sin la protección de la ropa, por ejemplo.

Si usted trabaja en la calle, con exposición directa al sol, el más garantizado es aplicar el filtro cada dos horas o después de transpirar mucho, ok?
Utilice un filtro propio para la cara (él es más concentrado y protege mejor) y otro para el cuerpo. El que es más blanco debe optar por FPS por encima de 30 y las más morenas ya quedan protegidas con un factor 20 o 30.