Hay momentos en la vida en que podemos encontrarnos dentro de una relación problemática que, además de no dejarnos felices, oprime y hace mal. Lo que comienza bien, a menudo puede llegar a un punto incómodo o incluso violento y ese tipo de situación es mucho más común de lo que se piensa.

Sea una relación a corto o largo plazo, las relaciones de dependencia pueden llegar a niveles extremos y, cuando esto sucede, terminar la relación puede ser un trabajo muy difícil. Sólo quien ya pasó por una relación enferma sabe el poder opresor que él tiene incluso en personas emocionalmente maduras. "Salir de una relación enfermiza puede no ser tarea fácil", afirma la psicóloga Martha Ramos.

Para ella, aunque racionalmente el individuo consiga comprender las razones por las cuales debería retirarse de la relación (lo que no siempre ocurre), la persona en esta situación tenderá fácilmente a distorsionar la lógica, hacer recortes de la realidad y entonces mantenerse en algo que , visiblemente, trae más perjuicios que beneficios.

¿Cómo identificar una relación enferma? A veces perdonamos demasiado o fingimos no ver ciertas actitudes preocupantes en nuestros socios. Algunas personas pueden encontrar ciertos deslizamientos comunes y otras insisten en buscar explicación o incluso si culpar por los errores del otro.

El primer paso es identificar que su relación llegó a un nivel enfermo y que es urgente romper esa implicación. En ese caso, esa relación ya no debe considerarse como un caso de amor, sino una relación de falta de respeto que supera lo aceptable.

Características de una relación enferma:

Una relación enferma no te hace feliz. Es opresor, lastima y termina con su autoestima.

Celos exagerados. Casos en que el otro busca constantemente sus mensajes, redes sociales llamadas telefónicas y e-mail. También puede acusarte constantemente de coquetear con otras personas.

  • Él siempre desconfía de usted y cree que usted inventa mentiras para esquivar.
  • Atrapa sus relaciones de amistad no te deja ir a eventos o tratando de hacerte desistir. No te gustan tus amigos y no tienes ganas de acompañarte.
  • Cuando la relación llega a un punto en que hay violencia física, verbal, o intimidación, ciertamente llegó a un nivel enfermo que debe ser tratado como algo crítico.
  • Posesividad. Usted es para el otro como una propiedad y es común que él te identifique como "mío" o "mío". Las personas exageradamente posesivas quieren ser su tema principal y prioridad constante.
  • Relaciones de jerarquía. Es cuando el otro no te da apertura para decisiones o para tus preferencias. Él busca mandar en ti y espera obediencia.
  • Hace pensar que se equivocó por su culpa. Consigue varias excusas para tener mal, pero siendo siempre tu responsabilidad. Puede que se haya movido en su computadora porque ha salido demasiado bonita. O que sólo tiene esos ataques porque usted prometió amor eterno.
  • ¿Qué hacer para terminar una relación enfermiza?
  • Compruebe a continuación, un paso a paso que puede ayudarle a acabar de vez en cuando con esa relación:

1. Coloque un punto final definitivo

Prepárese y cierre esa relación de una vez por todas. Sea personalmente o incluso por teléfono, deje claro que usted no quiere más y use toda su fuerza para cumplir lo prometido.

Un compañero enfermo no querrá aceptar la ruptura y usará todas las armas posibles para convencerse de lo contrario. Se hará cobranzas emocionales, prometerá cambiar de comportamiento llegando hasta el caso de amenaza física o verbal o juramentos de venganza.

Es importante que usted no cede a esas presiones con el riesgo de empeorar aún más la situación. Aceptar chantajes y amenazas usted potenciará la sensación de poder del otro sobre usted.

En el caso de amenazas y comportamiento violento es importante que usted busque ayuda de amigos e incluso de la policía. Por supuesto no es una situación agradable y hay muchos casos en que las quejas no se hacen por simple vergüenza. Pero si hay violencia potencial, usted necesita prevenirse.

2. Mantenga distancia

No sirve de estar cerca cuando la intención es terminar una relación complicada. Aunque la frecuencia sea reducida, simples encuentros esporádicos pueden obstaculizar la decisión y la certeza de ambos de la necesidad del rompimiento.

Será doloroso para todos y es posible que el otro no acepte esa distancia y use chantaje emocional, como quejas de soledad o insinuaciones sin sentido para forzar encuentros. No pierda el control e intente comprender que la distancia será dolorosa para ambos, pero que es necesaria para llegar al objetivo. Para Martha Ramos, si su pareja o pareja presenta un comportamiento de negación o enfermo, el alejamiento se hace aún más importante y debe ser radical: "Cada persona tenderá a un tipo de actitud, de acuerdo con lo que se estableció en la relación y con la personalidad de cada uno. Por eso, en este momento es fundamental separarse completamente del otro. Bloquear en Facebook, en el e-mail, en el móvil, pedir a los amigos que no comente nada sobre los acontecimientos de su vida, incluso aquellos que creen que serán motivadores. Evitar los lugares que la persona frecuenta también es un factor crucial para lograr superar esta fase ", enfatiza.

3. No dé apertura a recaídas

Aceptar un reencuentro puede hacer que vuelva a estar incierto de lo que quiere además de tirar todo el resultado alcanzado, aunque sea poco. No es raro que los socios que se dejan prometer un nuevo comportamiento si se aceptan de vuelta, lo que en la mayoría de los casos no llega a suceder y puede dejarle confusa. Martha indica la importancia de mantener el alejamiento y explica que una recaída es suficiente para volver atrás y poner todo a perder: "Es esencial que usted no se vea afectado por ciertos comportamientos del otro para llamar su atención. El otro con certeza se sentirá amenazado con su ausencia y con el cambio de actitud, esto probablemente le llevará a actitudes más drásticas, potenciales amenazas e incluso a aquel comportamiento que usted siempre temió, cómo salir con un ex y publicar las fotos en Facebook para que usted vea, por ejemplo ".

4. Pida ayuda a los amigos

Para pasar por ese momento confuso y dolorido, es importante poder contar con personas en las que confiamos. Pida ayuda a sus amigos y familiares, explique la situación y cuente con el apoyo de ellos para resistir. La visión de personas externas a la relación, pero que conocen la historia, puede ser relevante para su decisión y hasta mostrar ángulos que usted no había percibido.

5. Busque ayuda psicológica especializada

En toda relación, las dos partes son responsables. El apuntar al culpable por cada problema ciertamente no va a ayudar a resolver la situación. Incluso cuando la dificultad está relacionada a la posesividad o incluso a la violencia, la víctima muchas veces tiene su parte de responsabilidad, sea por perdonar muchas veces, cerrar los ojos para ciertas actitudes u otros motivos. "Antes de todo, vale recordar que para que exista una relación enfermiza, es necesario un par de personas, no hay sólo un responsable. En general, ambos 'adolecen' y alimentan esta relación con todas sus fuerzas. Para salir de este tipo de relación, el primer paso es asumir que éste no es una relación saludable ", añade Martha.

Si usted tiene la posibilidad de buscar un psicólogo para poder iniciar un tratamiento, esto será una gran ayuda. Él seguramente podrá ayudarte a identificar lo que llevó la relación a la enfermedad y por consiguiente ayudarte a evitar caer en este mismo patrón. Pero no se olvide que el proceso terapéutico depende también de usted, es necesario voluntad de curarse para volver a ser sano.

¿Y si la persona no acepta el término?

En los casos más críticos, cuando el otro no acepta el final de la relación de ninguna manera, será necesario tener perseverancia y mantener su seguridad. El alejamiento total es el más esencial. Cada caso tendrá un tiempo necesario para curarse. Si usted tiene esa posibilidad, vale incluso un viaje prolongado. Corte toda comunicación con el otro y no deje que él pueda obtener información sobre cualquier aspecto de su vida, el más pequeño que sea.

Los celos enfermizos y el cobro causados ​​por la dependencia puede hacer que la persona cree varias historias hipotéticas que acaban aumentando la rabia y distorsionando toda la realidad. Como se mencionó anteriormente, en casos de amenaza o violencia es imprescindible buscar ayuda policial.

Cuando entra en una relación, estamos en busca de felicidad y amor. Abrir mano de lo que hace mal es una actitud necesaria para abrir posibilidades a las cosas que te hacen bien. La psicóloga Martha Ramos finaliza sugiriendo que ese proceso debe ser considerado como un tratamiento: "Por más que dona, se esfuerce para recordar cuánto la relación también dolió. No hay aquí incentivo alguno para mantener sentimientos de rabia o resentimiento por la persona, como se dijo arriba, la relación es de dos y ciertamente ambos sufrieron con esta enfermedad.