Puede ser cliché, pero es verdad: pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, y eso puede influir en su salud e incluso su productividad. Los cuidados que deberíamos tener con el sueño son tan importantes como los que tenemos con la alimentación. Por eso, por supuesto, el colchón es uno de los principales factores a ser observados.

Además de todas las orientaciones que seguimos a la hora de comprar un modelo nuevo y también para conservarlo por más tiempo, es necesario saber cuándo es hora de proveer el cambio. Compruebe 10 señales de que ese momento llegó:

1. El colchón está perdiendo la firmeza

La señal más clara de que usted debe cambiar su colchón es cuando comienza a perder su firmeza. Esto sucede con todos los tipos de colchones, ya sea porque los resortes se rompen, la espuma se ha hundido o las fibras están comprimidas.

Incluso pequeñas áreas de desgaste de 2,5 a 5 centímetros de diámetro ya son suficientes para que el colchón deje de soportar su cuerpo adecuadamente, entonces no espere hasta que se forme un cráter en medio de él.

2. Se queda con la marca de su cuerpo por mucho tiempo

Esta sugerencia es especialmente importante para los colchones viscoelásticos o con "memory foam". A pesar de que están diseñados para "recordar" de su cuerpo y de la posición en que usted duerme, la espuma debe volver a la normalidad después de que usted se levanta.

Conforme al tiempo de uso, la estructura de la espuma comienza a romperse, de forma que se vuelve más blanda y con una capacidad menor de recuperarse, dando menos apoyo a su cuerpo. Así, si usted nota que la espuma tarda mucho para volver a la normalidad o si se queda con una impresión de su cuerpo más profunda de 5 cm, es hora de cambiar el colchón.

3. La temperatura dejó su colchón suave demasiado

Parece extraño, pero sucede: los colchones viscoelásticos son sensibles a la temperatura, tanto que ellos consiguen moldearse para distribuir nuestro peso porque son capaces de captar el calor de nuestro cuerpo. De la misma forma, será sensible a la temperatura ambiente.

Si usted vive en un lugar muy caliente, su colchón viscoelástico puede terminar quedando demasiado blando antes de lo que usted esperaba, perjudicando la comodidad y el apoyo ofrecidos por él.

4. El relleno del colchón se desplazó

Con el uso natural del colchón, el relleno puede moverse en su interior, dejando algunas áreas más altas que las otras. En consecuencia, este desnivelamiento puede disminuir la capacidad de apoyo del colchón.

Este efecto es más común en los colchones más simples, fabricados sólo con espuma, aunque también puede suceder en productos de mayor calidad después de un largo tiempo de uso.

5. Su colchón ya pasó de la validez

En general, los fabricantes recomiendan que los colchones de espuma sean cambiados cada 5 años, y los de resorte, cada 10. Si ese tiempo ya pasó y usted siente que todavía está durmiendo bien , quizás usted deba preguntarse si no está acostumbrado a un nivel de confort más bajo que usted debería tener.

6. Usted está despertando con dolores

El sueño es el momento en que nuestro cuerpo se recupera del estrés y del cansancio del día a día, aliviando tensiones y dolores causados ​​por el entrenamiento o incluso por pasar mucho tiempo en la misma posición. Pero si usted está despertando con más dolor de lo que tenía cuando se fue a dormir, algo está mal con su colchón.

Con el desgaste de la espuma, el colchón deja de ofrecer el soporte adecuado para áreas como cuello, lumbar y caderas, además de crear puntos de presión. Si usted ya despierta dolorida, puede ser el momento de cambiarlo.

7. Usted se queda rodando y no puede dormir

Si usted sufre con insomnio, es necesario evaluar si usted está pasando por un período de estrés o ansiedad. Pero un colchón demasiado gastado también puede ser la causa de que usted quiera largas horas rodando de un lado a otro sin conseguir dormir.

La misma cosa es válida si usted parece dormir toda la noche, pero se despierta sentándose cansada. En este caso, vale la pena considerar el canje.

8. Usted está embarazada

Estar embarazada es una buena razón para cambiar su colchón si ya no es 100% y proporcionar un modelo nuevo que ofrezca el soporte que necesitará en ese período.

Su cuerpo será más susceptible a dolores y tensiones causadas por el aumento del volumen abdominal, principalmente en la región lumbar. Dormir en un colchón que proporcione el apoyo necesario es esencial para reducir esta incomodidad.

9. Usted tiene crisis alérgicas siempre que va a dormir

Es sólo usted acostarse que la crisis empieza: la nariz se escurre, los ojos se rasca y usted estornuda sin parar. Si usted ya descartó que el problema esté en la ropa de cama, la almohada o las mantas, él puede estar en su colchón.

Con el tiempo, la mayor parte de los colchones acumulan alergenos como el moho, los ácaros y el polvo. Así, si usted tiene crisis alérgicas al acostarse o se despierta siempre con la nariz tapada, vale la pena hacer una inspección en su colchón y proveer el cambio si es necesario.

10. Su colchón no sirve más para usted

Puede ser que no haya nada necesariamente incorrecto con su colchón, pero usted ya no puede dormir bien en él porque algo ha cambiado en su vida. Tal vez usted ha desarrollado una lesión ósea o muscular o pasado por un gran cambio de peso. Todavía, puede que tenga un nuevo compañero a la hora de dormir.

En estos casos, su colchón puede no ser más adecuado para su nueva situación. Tal vez usted realmente no quiere cambiarlo por seguir estando en buen estado, pero recuerde que a lo largo de un año pasamos casi 3 mil horas durmiendo. Si es posible, invertir en un colchón más cómodo para su nuevo momento es algo vale la pena.