¿Has oído hablar de que la belleza viene de dentro hacia fuera? Este dicho no existe, y vale también cuando estamos hablando del papel que las vitaminas ejercen en nuestra piel.
Las vitaminas son micronutrientes necesarios en pequeñas dosis, pero que desempeñan funciones fundamentales para el organismo.
Ellas son necesarias para la absorción de otros nutrientes, participan en la construcción y el mantenimiento de nuestros órganos y son muy importantes en el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Además de estas funciones, las vitaminas son elementos que tienen mucho que contribuir a la salud y la belleza de nuestra piel. La vitamina A se utiliza en el tratamiento y la prevención de los clavos y las espinillas, la vitamina A y el ácido retinoico, , además de disminuir la producción de aceite por la piel.
Esta vitamina actúa también en la compensación de los efectos negativos causados por la exposición a la radiación ultravioleta. De esta forma, contribuye al mantenimiento de la juventud de la piel. Esta propiedad se ve reforzada por el aumento del flujo sanguíneo a la piel, aumentando el aporte de nutrientes.
Vitamina B2
La deficiencia de vitamina B2 puede llevar al resecamiento de la piel, especialmente en los rincones de la boca, y también a la dermatitis seborreica, que alcanza el cuero cabelludo, la región alrededor de la nariz, la boca y la barbilla.
Por mejorar la circulación y ayudar a proporcionar más oxígeno y nutrientes a la piel, esta vitamina ayuda a combatir las ojeras y las líneas de expresión. La vitamina B3 ayuda a combatir el acné y reduce la producción de aceite por la piel. También, mejora la barrera que impide la pérdida de agua, manteniendo la cútis más hidratada.
Al mejorar la pigmentación y el enrojecimiento, esta vitamina también ayuda a controlar los síntomas de la rosácea. Por último, al contribuir a la recuperación de los daños causados por los radicales libres y la radiación ultravioleta, también ayuda a prevenir el cáncer de piel.
Vitamina B5
Ayuda a combatir las señales del envejecimiento, como líneas de expresión y manchas, además de mantener la piel hidratada y con los poros sanos.
Por presentar propiedades anti-inflamatorias, esta vitamina reduce la comezón causada por picaduras de insectos y pequeñas heridas.
Vitamina B6
Esta vitamina actúa como una coenzima en diversos procesos del organismo, incluyendo el metabolismo de las proteínas. De esta forma, contribuye a mantener la uniformidad de la piel y la regulación de las hormonas.
Además, es un excelente aliado en el tratamiento de problemas de piel como la sequedad, eczema y acné.
Vitamina B7
También conocida como biotina, esta vitamina colabora con el proceso de absorción de las otras vitaminas del complejo B por el intestino. Por lo tanto, ayuda a tratar dermatitis seborreica, eccema y picazón.
Uno de los efectos de la vitamina B7 es estimular la producción de ácidos grasos, esenciales para la hidratación de la piel.
Vitamina C
Esta vitamina importantísima actúa como cofactor en las reacciones del organismo, incluso en la síntesis de colágeno, responsable de la firmeza y la elasticidad de la piel.
Por actuar reduciendo la producción de melanina, esta vitamina se utiliza en productos tópicos para suavizar las manchas oscuras en la piel. Además, tiene propiedades antioxidantes y combate los efectos nocivos del sol.
Vitamina D
Además de facilitar la absorción de calcio por el organismo, la vitamina D ayuda a recuperar la barrera de protección cutánea, favorece la renovación celular, mejora la textura de la cutis y estimula la producción de colágeno.
De esta forma, esta vitamina actúa como un elemento de prevención al envejecimiento, ayudando también a suavizar las señales del paso del tiempo.
Vitamina E
Por tener propiedades antioxidantes, la vitamina E ayuda a reparar daños en la piel causados por los radicales libres. Así, ella promueve un mantenimiento del colágeno, manteniendo la firmeza de la piel y evitando el surgimiento de arrugas y líneas de expresión.
Además, la vitamina E ayuda a proteger la piel de las quemaduras solares, evitando la aparición de manchas. También se utiliza en productos tópicos para aclarar estas señales.
Vitamina F
También conocida como ácido linoleico, la vitamina F ayuda a mantener la piel sana y vana. Su deficiencia puede conducir a la aparición de acné y eczema.
También actúa en el proceso de cicatrización, favoreciendo la regeneración de las células de la epidermis.
Vitamina K
Esencial para la coagulación, la vitamina K también colabora para que la piel se mantenga joven por más tiempo.
Esto sucede porque esta vitamina aumenta la elasticidad de la piel, reduciendo las arrugas y las líneas de expresión. Además, ayuda a reducir las ojeras cuando se aplica en forma tópica.
La mejor forma de garantizar el aporte diario recomendado de vitaminas es mantener una alimentación sana, con una buena variedad de vegetales y fuentes de proteínas.