La máxima que afirma que una hermosa sonrisa ayuda a abrir puertas nunca sale de moda. De hecho, una sonrisa bien cuidado, además de sinónimo de salud, también revela a una persona que cuida la higiene y la apariencia teniendo en la sonrisa una verdadera tarjeta de visita.
Para conquistar una sonrisa bonita y sana, el cepillado no siempre es suficiente, ya que por sí sola no puede quitar la placa bacteriana y los pequeños residuos que se alojan entre los dientes, sobre todo en los lugares donde el cepillo no alcanza. Cuando no se eliminan completamente, estos residuos colaboran con el aumento de la placa bacteriana, con el surgimiento del mal aliento, de caries, de sarro y de enfermedades de las encías. Por eso, para garantizar una higiene bucal perfecta, el uso diario del hilo dental es indispensable.
Aunque mucha gente conozca, no todas las personas hacen el uso regular del hilo dental por desconocer su importancia o incluso por ignorar su eficiencia. De acuerdo con algunas investigaciones, en cada 6 brasileños, sólo 1 hace el uso diario de hilo dental, un dado considerado preocupante.
En realidad, el hilo dental es tan importante como el cepillo de dientes, lo que los diferencia es sólo las áreas que logran alcanzar. El hilo dental debe ser utilizado preferentemente antes del cepillado, ya que una parte de los residuos sale en el hilo y la otra termina a parar en regiones donde el cepillo alcanza.
Para quien no tiene tiempo o simplemente tiene pereza de usar el hilo dental a cada cepillado, la buena noticia es que usarlo por lo menos una vez al día, preferentemente después de la cena, ya ayuda a minimizar la acumulación de residuos y evita que pase largos períodos con residuos entre los dientes y eliminar la placa bacteriana que se forma principalmente en las áreas donde las cerdas del cepillo no alcanzan.
Como cada persona posee un tipo arcada dental diferente, existen en el mercado diversas opciones para atender a las más variadas demandas. Las personas con dientes muy cercanos unos de otros, que dificultan el paso del hilo, deben dar preferencia a los hilos plásticos, hechos con teflón o nylon. Ellos ayudan al hilo a pasar y resbalar entre los dientes sin deshacer. Ya para quien no tiene los dientes tan juntinhos, la opción son los hilos encerados hechos de tejido. Además, hay espesores y hasta sabores diferentes, todo para que nadie tenga pretexto para no utilizar el hilo.
Si usted está en la duda a la hora de elegir el tipo más adecuado para sus dientes, vale la pena consultar a su dentista que, además de indicar el hilo correcto, puede enseñarle a hacer el uso correcto.
Quien nunca utilizó el hilo, puede asustarse con pequeños sangrados que pueden ocurrir en las primeras veces. Si el motivo no es el exceso de fuerza a la hora de pasar el hilo, puede ser justamente debido a la falta de uso, que hace que, a lo largo del tiempo, los residuos de alimentos se acumulen en la región causando inflamaciones, un problema que la principio no se considera grave y que puede ser amenizado con el uso diario del hilo. Sin embargo, si este sangrado es intenso o persiste durante mucho tiempo, puede ser algún síntoma de problema en la encía como la gingivitis y el dentista debe ser consultado para identificar y resolver el problema.
Si usted tiene hijos y no tiene el hábito de usar el hilo dental con frecuencia, esté atento, pues la mayoría de los hábitos de higiene que los niños deben incorporar para toda la vida, son aprendidos en casa, a través del ejemplo de los padres.
Incorporar el uso del hilo dental a su rutina de higiene es simple. Deje y siempre a la mano y case su uso con el cepillo y con un buen enjuague bucal. Así usted va a garantizar dientes limpios, sanos y va a poder sonreír a voluntad.