Excluida la píldora, la mujer todavía puede hacer uso de otros métodos anticonceptivos, como los adhesivos y las inyecciones anticonceptivas. Sin embargo, todos estos tratamientos se centran en el organismo femenino. Ahora, los científicos en Estados Unidos pueden estar cerca de la creación de la píldora anticonceptiva masculina.
Algunos investigadores de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, han experimentado una nueva sustancia en ratas, y los resultados son bastante satisfactorios. La sustancia actúa disminuyendo la producción de esperma y causando un estado temporal de infertilidad. La mejor noticia es que no hubo efectos colaterales: los niveles de hormona permanecieron inalterados durante el uso de la medicación, la libido tampoco sufrió ningún tipo de caída y la fertilidad puede ser restaurada con la interrupción del tratamiento.
¿La píldora, en realidad, ya existe?
Hay un medicamento fabricado y consumido sólo en China, que actuaría como una píldora anticonceptiva masculina. Se llama Nefertil y fue desarrollado gracias a los estudios realizados por el investigador brasileño Elsimar Coutinho, del Centro de Reproducción Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Bahía (UFB). El método ya existe desde la década de 1980, pero no tuvo su producción autorizada por los órganos de salud en Brasil.
Este medicamento se produce a partir de una sustancia 100% natural extraída de la semilla del algodón y denominada Gossipol. En el caso de los espermatozoides, la enzima responsable de la maduración de los espermatozoides y, de acuerdo con el investigador, no alteraría los niveles de testosterona, por ejemplo.
Con el uso de este medicamento, un hombre que deseaba dejar de ser estéril necesitaría cortar el tratamiento durante unos tres meses.
La novedad descubierta en Estados Unidos, a su vez, actúa a partir de la molécula JQ1, que fue descubierta debido a estudios que se estaban realizando en busca de un tratamiento contra el cáncer. La eficacia de la molécula se prueba actualmente contra la leucemia y los tumores de pulmón.
Durante las investigaciones, los científicos desconfiaron que el compuesto pudiera tener otras aplicaciones e iniciaron las pruebas en ratas. El gran reto, por el momento, es transformar la sustancia en píldoras, para que pueda ser comercializada a gran escala y permitir a millones de mujeres alrededor del planeta que, por motivos diversos, no pueden tomar la píldora anticonceptiva.