Esta enfermedad se caracteriza por síntomas como el acidez y la regurgitación - que es la vuelta del contenido del estómago al esófago. Como los líquidos utilizados por el estómago para hacer la digestión son muy ácidos, esta enfermedad causa mucha incomodidad en la zona de la garganta y debe ser tratada adecuadamente para no evolucionar y convertirse en algo más grave.

El diagnóstico se puede realizar a través de informes del paciente y algunos exámenes. Hay tratamiento con medicamentos, pero lo ideal es evitar hábitos que provoquen las crisis.

Sin embargo, los casos más graves pueden necesitar cirugía para corregir el problema. La enfermedad del reflujo gastroesofágico está presente en la vida de hasta el 12% de los brasileños y si usted forma parte de esa porción de la población que sufre el problema, consulte consejos para aprender a evitar crisis de reflujo.

Cómo evitar las crisis

Para disminuir sus posibilidades de sufrir una crisis de reflujo, es importante invertir en la reeducación alimentaria y en el cambio de algunos hábitos. A continuación, algunos consejos para que usted tenga menos crisis de reflujo gastroesofágico.

Uno de los principales consejos para evitar el problema es dividir sus comidas en pequeñas porciones a lo largo del día. No se recomienda hacer comidas hartas y comer demasiado a la vez, porque esto puede facilitar la regurgitación del contenido estomacal.

La buena masticación también es esencial para mejorar el proceso digestivo y disminuir las posibilidades de tener un reflujo gastroes-esotérico. Hay algunos alimentos y líquidos que usted debe consumir con moderación para que la crisis de reflujo no suceda, echa un vistazo a:

Café

  • Refrigerantes
  • Jugos cítricos
  • Leche integral o con grasa
  • Suplementos de Vitamina C
  • Alimentos muy grasosos
  • Frituras
  • Chocolate
  • Se debe cortar el cigarrillo y las bebidas alcohólicas para que el reflujo no ocurra. Se recomienda también ingerir líquidos apenas algún tiempo después de la comida y nunca junto con el alimento.

Otra sugerencia es evitar practicar ejercicios físicos o acostarse después de una comida. Porque esto puede facilitar la regurgitación.

Si sigue estos consejos usted sigue teniendo frecuentes crisis de reflujo, lo ideal es buscar a un médico para que haga el diagnóstico e indique el tratamiento más adecuado.

Tenga siempre mucho cuidado con las recetas caseras que prometen acabar con el problema y recuerde que cuidar de la alimentación, nutrida de forma sana, es un punto clave para evitar el incómodo reflujo.