Todo el mundo tiene por lo menos un buen perfume en casa ... Aquel que se usa en ocasiones especiales y que, probablemente, dice mucho sobre su personalidad. Sin embargo, pocas personas paran pensar en la creación de un perfume, a que se debe su exclusividad, en qué partes del cuerpo es más recomendado pasarlo, etc. - Y parece que no! - pero estas y otras informaciones sobre perfumes pueden ser muy útiles en su día a día! Por eso, si usted también es apasionada por perfumes, vale la pena dedicar pocos minutos de su día para leer las informaciones y curiosidades abajo:
1. La exclusividad de un perfume
Usted ya ha parado para pensar de dónde viene la exclusividad de un perfume perfume? ¿Qué diferencia uno del otro? Alessandra Tucci, especialista en perfumes y fundadora de la Perfumería Paralela, asesoría que trabaja estrategia, innovación y cultura de la perfumería y detiene la licencia exclusiva de la escuela de perfumería francesa Cinquième Sens en Brasil, explica que el perfume es hecho por un perfumista y él es compuesto por una serie de materias primas naturales y sintéticas. "El conocimiento técnico asociado al talento artístico del perfumista para combinar los ingredientes es el diferencial utilizado en el momento de la creación de un perfume", destaca.
2. Los mejores puntos para estornudar el perfume
Alessandra Tucci explica que las mejores partes del cuerpo para pasar el perfume son: nuca, entre los senos, puños y hasta una gota detrás de las rodillas. "Eso es porque son lugares de gran circulación sanguínea, lo que facilita la difusión del perfume", dice.
3. Perfumes relacionados con la seducción
¿Hay incluso perfumes afrodisíacos ?! Alessandra explica que, en realidad, nunca se ha comprobado nada en este sentido. "Mucho se habla de feromonas, pero nada ha sido científicamente probado", dice. Sin embargo, añade la especialista, perfumes gourmand con notas de vainilla y chocolate, perfumes con notas de pimienta y nuez moscada o perfumes que contienen notas florales sensuales, como jazmín y tuberosa, pasan una connotación de sensualidad y seducción. 4. ¿El exceso de perfume puede causar dolor de cabeza? Alessandra destaca que este es otro tema polémico sobre perfumes, pero que no presenta comprobación científica. "Pero existe un sentido común de que algunas personas son más susceptibles al dolor de cabeza cuando están expuestas a ciertos olores, pudiendo ser de perfumes u otras sustancias, como gasolina, tinta, etc.", explica.
5. La relación entre perfumes nacionales e importados
Alessandra Tucci explica que la perfumería brasileña es más joven que la internacional y se fue consolidando a partir de la década de los 90, adquiriendo una creatividad propia, ya que los perfumes brasileños se desarrollan llevando en cuenta las preferencias del consumidor local y el clima de nuestro país. "La perfumería brasileña, así como la moda y otros segmentos del mercado, sin duda, observa las tendencias de la perfumería internacional y los movimientos socioculturales, a partir de ahí crear los perfumes para el mercado brasileño", añade. 6. ¿Se puede usar perfume, desodorante e hidratante?
No hay inconveniente en usar su desodorante y su perfume, ya que la dosificación del perfume del desodorante es baja y se evapora rápidamente. "La hidratante, siempre que con un perfume suave o neutro, se puede aplicar en la piel antes de pasar perfumes, ya que ayuda incluso en la permanencia del perfume en la piel - ya que las pieles hidratadas ayudan a fijar la fragancia", destaca Alessandra .
7. Es normal tener dificultades para sentir el olor de su propio perfume. Es muy común oír relatos de personas que dicen no estar sintiendo el buen olor de su perfume.
Esto sucede porque se cree que, a partir del momento en que usted se acostumbra a la fragancia que usa con más frecuencia, usted sólo va a sentir el olor de ella cuando pulverizarla o cuando, conscientemente, tratar de prestar la atención en ella.
Ya las demás personas sienten normalmente el olor de su perfume. Por eso, queda una alerta: no sirve exagerar en la aplicación de la fragancia. Tenga la costumbre de aplicar siempre la misma cantidad que aplicaba tan pronto como comenzó a usar el producto.